Después del Mundial ya se percibía que este iba a ser un campeonato nuevo a todos los efectos. Una especie de torneo clausura sudamericano, comenzando de cero, aunque eso sí sumando los réditos, pérdidas y ganancias, obtenidos en el primer tercio. Los puntos, sí, pero ... no las sensaciones. Esas se las lleva el viento del sur.
Publicidad
Despedimos el año con derrota meritoria ante el Real Madrid y lo arrancamos con una nueva pérdida ante el Mallorca. En el tiempo de descuento, sí, pero por descontado señalar que el equipo no mereció nada. Tampoco lo buscó. Las derrotas se miden por lo larga que se te hace la espera hasta el siguiente partido. Y el Real Valladolid no gana en liga desde el 5 de noviembre frente al Elche. Demasiado tiempo aunque solo haya habido tres jornadas, las que van desde catorce a la dieciséis. En ellas, es verdad, seis goles en contra y cero a favor. Sintomático.
Durante este desierto temporal, demasiado tiempo, se ha hablado, además de sobre el mundial, sus cuitas y nuestros jugadores internacionales, de un posible traspaso de un joven futbolista con apenas siete partidos en Primera y con muchísimo que demostrar, aunque todavía no haya hecho nada en el mundo del fútbol; de una pelea entre miembros del plantel (estas cosas siempre aparecen cuando afloran las dudas y las desconfianzas, nunca cuando todo va rodado), y recientemente, de que no tenemos delanteros con gol. Con Sergio León apartado por su sanción en su mejor momento, ni Weissman ni Guardiola han mostrado cartel para ser considerados el nueve de esta plantilla de primera división. Y sin embargo, ¿alguien podría dudar viendo a Weissman desenvolverse en el área el pasado año? Delantero de un toque, de un golpeo y a la red. Sí, que la Primera es más difícil, se juega más y más rápido, pero el sentido y los mecanismos los tiene. ¿Y Guardiola? Parece que muchos solo estén pensando en verlo cedido o comprado por otro equipo y que desde aquí haga un partidazo y anote tres perillos en la meta del Valladolid. Luego saldrán con lo de que «otro ex que se toma la revancha».
Será cosa de dar cariño u otorgar confianza, pero creo que siempre es mejor querer a los nuestros por lo que dieron que esperar mucho más de otros que están por llegar y no se sabe cómo rendirán a mitad de campaña. En este tiempo sin fútbol, o al menos sin liga, visitar la novela de David Peace 'Maldito United' es un chute de híper realidad del fútbol inglés en la figura de su enloquecido, brillante y despótico entrenador Brian Clough (campeón en 1972 con el Derby County). Este sin duda se habría cargado a las primeras de cambio a Shon y a Sergi no sin antes haberlos vilipendiado en el vestuario y tratado como «putos cabrones, egoístas y vagos» y habría ido al mercado a buscar otros dos sustitutos a los que poder volver a insultar desde el primer encuentro. O desde el primer entrenamiento.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.