ElReal Valladolid de Paulo Pezzolano ya se distingue claramente del Pucela de José Rojo 'Pacheta'. El conjunto blanquivioleta mostró otra piel el pasado sábado en la Cerámica ante el Villarreal, una epidermis coriácea que dibuja un estilo mucho más aguerrido. O canchero, si se quiere. ... El Real Valladolid aparecía anteriormente como un equipo poco dado a rascar tobillos. Sus rivales acostumbraban a cometer más faltas, síntoma en muchos casos de hipotensión blanquivioleta. Así fue, ejemplo, ante el Real Madrid, Athletic Club, Elche, Espanyol y Celta, por ceñirnos únicamente a los últimos cinco partidos de la 'era Pacheta'. Incluso en el debut de Paulo Pezzolano como técnico, hace dos jornadas frente al Mallorca, el Pucela tampoco se distinguió por una imagen especialmente dura.
Publicidad
Ante el Villarreal fue otra historia. El Real Valladolid se endureció hasta límites insospechados en los últimos tiempos y cometió el doble de faltas que el equipo 'groguet'. Iglesias Villanueva señaló 18 infracciones de los pucelanos, por únicamente nueve de los castellonenses. Amallah, con cinco faltas cometidas, y Kike Pérez, con tres, fueron los jugadores que más infracciones cometieron en el partido. Esta circunstancia tuvo su efecto en las tarjetas mostradas:hasta seis futbolistas del Real Valladolid recibieron amarillas (Selim Amallah, Monchu Rodríguez, Jordi Masip, Roque Mesa, Robert Kenedy y Kike Pérez, aunque el caso del portero Masip por perder tiempo). A esta ristra de tarjetas hay que añadir la roja directa a Pezzolano tras el gol del Villarreal. El colegiado consignó en el acta que el técnico del Real Valladolid fue expulsado por «abandonar su área técnica para encararse con el entrenador adversario en actitud desafiante y provocando una confrontación; seguidamente protestar de forma ostensible». Por el Villarreal, sólo fue amonestado Alfonso Pedraza.
El Real Valladolid dobló al Submarino Amarillo en número de faltas porque, entre otras cosas, ejecutó al dedillo la idea inculcada por Pezzolano tras su llegada al banquillo para pelear cada balón sobre el césped. De esta manera, el conjunto pucelano se impuso en un total de 64 duelos directos, superando a su rival (60) en la Cerámica. Si por arriba, el Villarreal impuso su ley (los amarillos ganaron 14 duelos aéreos por 10 de los blanquivioleta), en balones divididos a ras de hierba, el Real Valladolid demostró más intensidad para hacerse con la posesión de la pelota.
Hay otro apartado estadístico que refleja a la perfección esta nueva versión pétrea del Pucela y la idea de colocar más alambre en los partidos. El Real Valladolid ejecutó un total de 36 entradas exitosas ('tackles') ante el Villarreal, con la idea de robar balones preferentemente cerca de la portería rival. En cambio, el equipo castellonense sólo opuso 16 'tackles' y se mostró menos agresivo a la hora de la presión.
Publicidad
Los datos de posesión reflejan que el Villarreal acaparó el 70% de la circulación de la pelota, por 30% del Real Valladolid, lo que indica que el Pucela se mantuvo a la expectativa, ayudado por la ventaja inicial en el marcador, y atento también para lanzar contraataques. De hecho, el arma del contragolpe resultó determinante para el equipo de Pezzolano porque así llegó el golazo de El Yamiq en el minuto 33 para aumentar la renta blanquivioleta a 0-2. El Real Valladolid pudo matar a la contra cuando el resultado ya era de 1-2, pero no estuvo certero para definir. En cualquier caso, demostró que dispone de nuevas alternativas para asaltar por sorpresa la portería contraria. Si el Pucela ejecutó cuatro contraataques en la Cerámica (culminados con tres disparos), el Villarreal no pudo armar ninguno.
En esta nueva 'skin' defensiva del Real Valladolid figura también la capacidad que mostró para cortar pases del Villarreal. Hasta en doce ocasiones los jugadores de Pezzolano fueron capaces de interceptar balones del conjunto local para abortar sus jugadas. Cinco de estas acciones, por cierto, fueron obra de Jawad El Yamiq, muy atento en los cortes. En cambio, el Submarino Amarillo apenas pudo intercepetar tres pases rivales durante todo el partido.
Publicidad
El Pucela supo sufrir y mostró hechuras defensivas para despejar la friolera de 23 balones que amenazaron el área de Masip. Y acabó ganando ante un Villarreal que llegaba en racha. El Real Valladolid de Paulo Pezzolano presenta una piel más resistente.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.