Jorge Da Silva junto a José Miguel Ortega, mostrando con orgullo la Copa de la Liga que él ganó hace 40 años. La foto está hecha en la sala de trofeos del Real Valladolid, con motivo de la última visita del 'Polilla' a la capital del Pisuerga.

El providencial fichaje de 'Polilla' Da Silva

La Vista Atrás ·

Con el delantero uruguayo en sus filas, el Real Valladolid pasó de ser colista a ganar la Copa de la Liga y jugar en Europa

José Miguel Ortega

Viernes, 17 de febrero 2023, 13:11

La temporada 1981-82, con Paquito en el banquillo, había sido muy buena con un 9º puesto en la Liga de Primera División, así que en la siguiente con el refuerzo estelar del 'Pato' Yáñez los aficionados esperaban mucho y bueno de un club que ... había cambiado de presidente, Manolo Esteban en lugar de Gonzalo Alonso, y un equipo que también había sustituido a Paquito por Mesones en el banquillo.

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Pero las cosas se fueron torciendo y a las puertas de las Navidades, cuando los entrenadores comen o no comen el turrón, el Valladolid ocupaba el farolillo rojo de la clasificación, de modo que Mesones fue reemplazado por García Traid, aunque como los problemas del gol no los podía resolver el nuevo técnico, el entonces secretario técnico del club, Ramón Martínez, se puso manos a la obra para convencer al presidente de la necesidad de fichar a un delantero en el mercado de invierno.

La cuestión era encontrar uno bueno, bonito y barato porque en las arcas del club no había más que calderilla, algo habitual en diversas etapas de la historia blanquivioleta. Al secretario técnico, muy bien relacionado en el fútbol sudamericano, no le quedó otra que llamar a sus contactos en busca de las claves para dar con un fenómeno a precio de saldo. Y cuando ya empezaba a flaquear su tradicional optimismo le vino a la cabeza el nombre de un delantero uruguayo del que hablaban elogiosamente en la prestigiosa revista 'El Gráfico'.

Telefoneó a Carlos Poblete, el representante del 'Pato' Yáñez, para preguntarle si podía viajar desde Chile a Uruguay y ver en acción al joven ariete del Defensor de Montevideo, Jorge Da Silva, más conocido por el mote de 'Polilla'. Apenas un par de horas de haber terminado el partido, Poblete ya tenía el informe solicitado: «Fíchalo. Tiene mucho talento y sus condiciones son ideales para triunfar en España». Ramón Martínez le preguntó por el resultado del partido y la respuesta fue 4-0. ¿Cuántos goles ha marcado el 'Polilla'?, se interesó Ramón Martínez. Y la contestación le dejó helado: «Su equipo es el que perdió 4-0, pero el chico estuvo muy bien».

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La forma de hablar del chileno era tan convencida que el secretario técnico blanquivioleta se lió la manta a la cabeza y el día de Navidad volaba hacia Montevideo con la esperanza de disipar dudas y poder cerrar la incorporación del jugador. En la capital uruguaya se encontró con que los periódicos recogían la noticia del interés del Real Valladolid por el ariete del Defensor que, a pesar de sus 19 años, ya había sido internacional absoluto.

La primera impresión tras conocerle no fue buena. Con cara de niño, parecía incluso más joven de lo que realmente era. Pero luego, en el entrenamiento, vio que tenía piernas musculadas y que entraba fuerte a todos los balones. Respiró y poco después llegaba a un principio de acuerdo con los dirigentes para la cesión de Da Silva por los seis meses que restaban de campeonato a cambio de cinco millones de pesetas para el Defensor y un sueldo de 120.000 pesetas mensuales y un piso para el jugador.

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Asunto resuelto…, hasta que surgió un imprevisto. El futbolista quería viajar a España con su novia y cuando ésta se lo dijo a sus padres, la respuesta fue rotunda. «O te casas antes, o te quedas aquí». Al día siguiente, Jorge y su chica ya tenían los documentos necesarios para celebrar la boda. Se casaron y el día 30 de diciembre, la feliz pareja emprendía viaje a España junto al secretario técnico del Real Valladolid.

Recuerdo perfectamente la entrevista que el día de Año Nuevo le hice al 'Polilla' en el hotel Meliá Parque, con una temperatura ambiente en el exterior de 8 grados bajo cero y él sin abrigo, algo desorientado y con una cara de sueño que no podía con ella. Me cayó bien, me pareció un buen chico y le animé todo lo que pude antes de iniciar este importante capítulo de su vida.

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Debutó el día de Reyes de 1983 en el Bernabéu contra el Madrid, perdiendo por 2-0 y tres días después nueva derrota, esta vez en Zorrilla contra el Barcelona, por 1-3. Cuando algunos empezaban a preguntarse si Da Silva era lo que necesitaba el equipo, llegó su primer gol en España. Fue el del empate en partido copero contra el Elche, en Altabix, anticipo del que cuatro días más tarde marcaría en San Mamés en el valioso 1-1 logrado por los blanquivioletas frente al Athletic.

Era el comienzo de la reacción que el equipo necesitaba para salir del atolladero. Da Silva intervino en 23 partidos y marcó 7 goles, seis de ellos en liga que ayudaron mucho para apuntalar la permanencia.

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A cambio de pagar 10 millones al Defensor y 5 millones al jugador, el Valladolid obtuvo luz verde para prolongar el préstamo para la temporada 1983-84, que iba a ser la mejor de la historia del equipo y la de la confirmación de que Jorge Da Silva era un verdadero fenómeno. El Pucela se mantuvo en Primera, ganó la Copa de la Liga y se clasificó para jugar en Europa por vez primera. El 'Polilla' jugó 41 partidos oficiales y marcó 22 tantos, 17 de ellos en liga que le valieron para obtener el prestigioso Trofeo Pichichi, compartido con el madridista Juanito.

Además agrandó su leyenda al marcar el primer gol blanquivioleta en la Copa de la UEFA, que sirvió para ganar al Rijeka, aunque fuera insuficiente para salvar la eliminatoria. Gonzalo Alonso, que había regresado a la presidencia, presumió de haber conseguido de Defensor el fichaje en propiedad del fenómeno que triunfaba en el fútbol español, pero poco después llegó la cruda realidad que echaba por tierra los planes del presidente y la ilusión de los aficionados. El Valladolid no podía hacer frente a los pagos y el 'Polilla' regresó a Uruguay… para volver la siguiente temporada al fútbol español a las filas del Atlético de Madrid.

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Hace tres o cuatro años recibí una llamada del club para avisarme de que Jorge Da Silva estaba en las oficinas y quería verme. Nos hicimos una foto con la Copa de la Liga, hablamos de los viejos tiempos y de su brillante presente como entrenador, pues había sido seleccionador Sub-20 de Uruguay, había sido campeón con Defensor y Peñarol, con quienes también había ganado dos torneos de Apertura y uno de Clausura, triunfando asimismo en Arabia Saudita con el Al-Nassr, con el que ganó el campeonato de Liga.

Lleva más de 20 años entrenando en Uruguay, Argentina, Colombia, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí… y le pregunté si le gustaría dirigir al Real Valladolid. La respuesta fue inmediata y rotunda: «Por mí en cuanto me llamen. Mañana mismo».

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