El Promesas pone el sello a la primera vuelta con victoria ante el Langreo

Quería Baptista ver a un Promesas agresivo, competitivo y con un juego alegre y sus pupilos entendieron a la perfección el mensaje. Todo lo que pidió el técnico se puso en liza, porque no hubo tiempo para que los blanquivioletas se aclimataran al gélido césped de Los Anexos.

El inicio fue burbujeante, con la tensión que requiere. El primer aviso fue una declaración de intenciones, con un disparo de Pozo que se estrelló en el palo. También probó Cédric con un testarazo tras un centro desde el costado derecho ejecutado por Koke. Propuso el Promesas un juego combinativo, buscando llegar a la portería de Adrián Torre con rápidas asociaciones. Pero el Langreo no se encogió, un taconazo de espaldas de Davo contuvo la respiración. La presión alta de los blanquivioletas propició rápidas transiciones, con un Chuki eléctrico y un Koke punzante. El Promesas gestó una perfecta sinfonía. Fruto de esa buena conexión llegó el 1-0. Ya había avisado Arroyo antes, pero no falló en su segundo intento con un disparo raso inapelable que llegó como flecha a la diana.

Davo mantenía el pulso vital del Langreo con varios acercamientos que no fructificaron. Sufría el conjunto asturiano para frenar las ofensivas blaquivioleta, pero no flaqueo cuando tenía la oportunidad de avanzar metros. Poveda tuvo el empate desde la frontal, pero no pudo dirigir su disparo entre los tres palos tras recibir un envío raso.

No perdió efervescencia el Promesas tras la reanudación. Se mantuvo contundente en defensa y dañino en ataque. Koke se relamió cuando envió un centro con destino a un Cédric que cruzó demasiado su remate. Se encontraban cómodos los pucelanos, mostrando mayor intensidad ante un Langreo sin respuestas. El 2-0 nació de una maravilla de Pozo. El sevillano, escorado a la derecha, armó su zurda prodigiosa para dejar petrificado a Adrián Torre.

Se rearmó del golpe el conjunto asturiano. Comenzó a estirarse y a tener mayor presencia ofensiva. Lavsamba recortó distancias en el minuto 70 y dio vida a un encuentro que parecía encarrilado. Fue entonces cuando comenzó el carrusel de ocasiones blanquivioletas. Dos nacieron de las botas de Chuki, mientras que Maroto también pudo sentenciar. El Langreo sometió al Promesas en busca del empate en los minutos finales, pero solo quedó en eso, en un peligro que no se tradujo en ocasiones claras.