José Rojo 'Pachete' posa ante el escudo del club. Carlos Espeso

Las promesas incumplidas de Pacheta en el Real Valladolid

El equipo, de momento, ni divierte ni es alegre ni se vacía ni parece diferente ni es reconocible

Martes, 21 de septiembre 2021, 06:50

La llegada de Pacheta al Real Valladolid suscitó una inusual unanimidad entre la afición. El burgalés era el indicado, no había dudas, para dar la vuelta a la tortilla. Y sus primeras comparecencias y entrevistas ahondaron en la idea. El discurso del técnico generaba ilusión ... a raudales. Pero una pretemporada destrozada por culpa de los contagios de covid y en la que apenas se pudo entrenar en grupo y jugar partidos tiró por tierra todo el esquema de trabajo del cuerpo técnico.

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Esa es la razón que esgrimen la mayoría de los técnicos consultados, pero también coinciden en que la ausencia de una pretemporada correcta no tiene porqué implicar tantas carencias como se le están viendo al equipo.

1El carácter. «Se verá a un equipo valiente y agresivo», dijo en su presentación (17 de junio). De momento la valentía se vio con timidez en Lugo, cuando con uno menos el técnico mandó a sus hombres a presionar arriba, y en Las Palmas. En Girona el equipo fue defensivo, en Burgos solo mandó durante 10 minutos y ante el Tenerife todo fue fuego de artificio. Valentía y agresividad suelen ir unidas a confianza, y de esa virtud ahora mismo hay pocas dosis en el equipo. A mayor abundamiento, llegó a decir que habría ocasiones en las que se perdería por valentía. Una frase sonora y bonita, pero que a los oídos de una afición como la de Valladolid tiene mucho peligro. La máxima de Cantatore –«no pierdas en cinco minutos lo que ganaste en 85»–, es un mantra sagrado en Zorrilla

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3Es posible que la competencia de Plata haga despertar a Óscar Plano, que está teniendo una influencia prácticamente nula en el juego del equipo, pero en ocasiones da la impresión de que Mesa juega porque no hay nadie en esa posición que satisfaga al cuerpo técnico. Pacheta no está cumpliendo, de momento, la promesa que hizo. Más que jugar los que están mejor y adaptar el juego a ellos, da la impresión de que juegan los que mejor se adaptan al sistema en el que se ha empecinado Pacheta en jugar. A este respecto es muy sintomático lo que señalaba Yepes el pasado domingo en su artículo de análisis, cuando insistía en que el equipo funciona mejor cuando se coloca en un 4-4-2, algo que solo sucede cuando va por debajo en el marcador. Entonces, si para jugar mejor es necesario cambiar la arquitectura del dibujo, parece meridiano que lo que hay que hacer es salir con esa arquitectura desde el primer minuto. El argumento de Pacheta de que se juega con tres centrales porque es la mejor manera de aprovechar la mucha calidad que hay en ese puesto y en los centrales, empieza a caerse por la fuerza de los hechos y la contumacia de los resultados. Ni los mejores están jugando ni el técnico está mostrando la cintura que anunciaba cuando hablaba de adaptarse a los mejores.

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El de Salas tiene tiempo para revertir la situación, pero ha de empezarse a verse algo de lo que prometió.

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