La temporada recién terminada del Real Valladolid Promesas ha empañado la buena trayectoria del filial pucelano especialmente los dos últimos años con Javier Baraja a los mandos con la disputa incluso de un 'play-off' de ascenso a Segunda División en la campaña 2019-20, ... el primer curso del covid, y llegando a la última jornada con opciones -remotas- de lograrlo, en la 2020-21, de nuevo con el vallisoletano en el banquillo, que dejó al Promesas con la Primera RFEF garantizada desde la primera fase de la competición. El descenso a Segunda RFEF con Julio Baptista al frente devuelve a los blanquivioletas a la cuarta categoría del fútbol nacional, un hecho que no sucedía desde la lejana temporada 2004-05.
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Muchos jugadores han ido saliendo los últimos años del filial, pero también técnicos que se han ido ganando un hueco en el panorama nacional y que incluso han tocado el fútbol profesional con la Segunda División en España. No hay que irse muy lejos para encontrar el duelo 'fratricida' del pasado fin de semana cuando dos exblanquivioletas como Borja Jiménez (2015-16 en los Anexos), a los mandos del Deportivo de Coruña, y Rubén de la Barrera (2014-15), con el Albacete, pelearon por el ascenso a Segunda y fue el gallego, que precisamente la campaña anterior había dirigido al Dépor, el que le ganó la partida al abulense. Aunque sorprendentemente el pasado martes el Albacete hacía oficial que De la Barrera no cumplirá el año de contrato que tenía firmado y no seguirá en el Carlos Belmonte el próximo curso. En Valladolid Rubén de la Barrera estuvo la campaña 14-15 completa -el equipo acabó noveno tras llegar desde la Tercera División-. En su carrera en España, el de A Coruña ya había jugado un 'play-off' de ascenso a Segunda con el modesto CD Guijuelo (13-14), subió a Segunda a la Cultural Leonesa en la 16-17 y la descendió en la 17-18, metió al Dépor en Primera RFEF en el tramo final del curso 20-21 y este año ha devuelto a la LFP al Albacete. Con anterioridad, también fue segundo de Asier Garitano en la Real Sociedad en Primera División unas jornadas antes de irse a Catar para dirigir al Al Ahli Sports Club y más adelante al FC Viitorul Constanța de la Primera rumana.
Por su parte, Borja Jiménez estuvo en el banquillo de los Anexos desde la jornada 10 a la 38 de la campaña 2015-16 tras ascender Rubén Albés como segundo al primer equipo del Real Valladolid tras la salida de Garitano. Y el filial acabó 13º cinco puntos por encima del peligro. Pero luego logró dos ascensos consecutivos a Segunda División con el CD Mirandés (18-19) -se fue al Asteras Tripolis de la Primera división griega- y llegó ese mismo curso al Cartagena en el tramo final para subirlo (19-20), equipo éste último con el que debutó en la categoría de plata -estuvo hasta la jornada 18-. Y esta temporada se ha quedado a un gol (perdió 1-2 con el Albacete y el empate le hubiera valido por su mejor posición en la liga regular) de lograr su tercer ascenso a la división de plata.
Otro de los últimos en pasar por Valladolid y que también ha tocado la Segunda División es Rubén Albés. El de Vigo estuvo dos temporadas en Valladolid. La primera en el filial fue corta, la 15-16, porque tras las primeras nueve jornadas fue ascendido al primer equipo tras la destitución de Garitano, siendo segundo primero de Portugal y luego de Alberto López. Pero para la 16-17 regresó al filial blanquivioleta y lo dejó a seis puntos del play-off de ascenso. De Valladolid se fue a su casa para dirigir al Celta B y lo metió en el play-off de ascenso a Segunda y en la 18-19 logró la salvación en el play-out. Su siguiente paso apenas le duró 7 jornadas en el UCAM de Murcia en Segunda B porque fue destituido sin victorias en el casillero. Y para la 20-21 se acordaron de él en el CD Lugo en Segunda División a falta de 7 jornadas para la conclusión: evitó el descenso y se quedó la 21-22 completa, logrando la salvación a falta de tres jornadas para el final. Esta semana se hacía oficial que Albés no seguirá en el banquillo gallego que ocupará el próximo curso el asturiano Hernán Péerez, hermano del exfutbolista Michu.
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Y el último gran paso por el banquillo del filial con recorrido ascendente ha ido el de Javier Baraja, recientemente nombrado por Miguel Ángel Gómez, exdirector deportivo del Real Valladolid desde 2017 a 2021, como nuevo entrenador de la UD Ibiza en Segunda División dando así el salto al fútbol profesional en los banquillo tras un año en blanco después de su salida voluntaria del Promesas. El excapitán albivioleta tomó las riendas del filial en la 9-20 tras pasar por las inferiores y ya dejó el listón muy alto en la campaña que terminó antes por el covid. El deporte se detuvo en España con el Valladolid B cuarto y con el regreso del fútbol ya en julio, fue eliminado por el Barcelona B (3-2) en las eliminatorias exprés de ascenso a Segunda División. Y la siguiente campaña, la 20-21, de nuevo otro gran papel de Baraja metiendo al equipo en Primera RFEF en la primera parte de la competición y en la segunda peleando hasta el final por repetir la fase de ascenso pero se quedó a un punto del Zamora, que sí la jugó.
ue una tragedia. Para los aficionados de La Coruña, claro, que no para los del Albacete. Los manchegos, dirigidos por Rubén de la Barrera, ascendieron en Riazor a costa de un Deportivo al que entrenaba, y entrena, Borja Jiménez. A los gallegos les bastaba acabar la prórroga con empate para regresar al fútbol profesional y fueron capaces de ponerse por delante. Pero el guionista del fútbol tenía muchas ganas de enredar y no solo escribió el empàte albaceteño, es que lo programó todo para que en la prórroga los de la ciudad de las navajas se impusieran a los herculanos y les dejaran compuestos y sin ascenso. Al Deportivo le devolvieron unos que iban de blanco lo que ellos lograron en la final de Copa en el Bernabéu, el llamado centenariazo. El caso es que un exblanquivioleta le quitó el ascenso a otro exblanquivioleta. Primera curiosidad. Que tampoco es normal que estas cosas pasen. Y, para más inri, el preparador físico de los de Albacete era Julio Hernando, otro hombre que ha quemado muchos años en Los Anexos
Segunda curiosidad. Uno nacido en La Coruña deja sin ascenso al equipo de la ciudad en la que vino al mundo. El fútbol nunca tuvo sentimientos de ese tipo.
La tercera
Borja, el que se quedó sin ascenso, fue el que tomó el relevo de De la Barrera en octubre en el filial, después de que el Promesas enfilara la cuesta abajo. En puridad el abulense no sustituyó al coruñés, pero fue el encargado de continuar su trabajo cuando Rubén Albés pasó a ser el segundo entrenador del primer equipo.
Una cuarta
De la Barrera ha renunciado a su contrato en el Albacete para buscar nuevos retos. Se habla del Alcorcón, pero de momento no hay nada. Subir y marcharse. Algo poco habitual. Parece que el ascenso no iba a tapar cierto mal ambiente que había en el club albaceteño. Y Borja, al que se fichó para subir y fracasó y al que todo el mundo daba por destituido horas después de acabar el partido, sigue siendo el técnico del Dépor. Fracasar en un histórico como el cuadro coruñés y no ser despedido habla mucho y muy bien del de Ávila. No es extraño. De su etapa en el Real Valladolid se habla mucho y bien.
Los dos gustan de los retos y buscan asentarse, y es seguro que lo lograrán.
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