Mayo de 2001. Carlos Suárez acaba de aterrizar en Zorrilla para rescatar un club en quiebra. Empezaba una aventura de seis meses que se ha prolongado ya 17 años.
Con Pepe Moré y Santi Llorente, entrenador y secretario técnico. Durante dos temporadas y media el cuerpo técnico y deportivo mantuvo el equipo a flote con pocos recursos económicos. A base de cedidos y de un entrenador que primaba el orden y la eficacia sobre el juego bonito el equipo salía adelante.
Fue una de las cesiones estrellas de los primeros años, después del excelente rendimiento que ofreció Tote. Las relaciones con el Real Madrid, en el que ya estaba Ramón Martínez, eran excelentes.
Tras el primer descenso se buscó a un entrenador de prestigio para intentar el retorno rápido. Sergio Kresic fe el elegido, pero nada salió como estaba pensado. El grave accidente de Germán Hornos destrozó una temporada que no iba mal. Kresic fue despedido y el equipo entró en una zona oscura
El club no parecía que pudiera regresar a Segunda tras dos intentos fallidos, así que Suárez contrató a Mendilibar, al que dio un equipo formado por veteranos y jóvenes. El liderazgo del vasco hizo el resto. El equipo volvió a Primera. Dos años después, Suárez destituiría al técnico en lo que el presidente considera la peor decisión de su mandato. Fue el segundo descenso
El segundo entrenador referencia para los aficionados. En 2011 Suárez se hace con el control del club ante la paulatina pérdida de interés de los dueños por mantener la entidad. Y apuesta por Djukic, del que le atrae su personalidad y su mano dura, Un acierto. Tras dos años en Segunda, el club regresa a la Liga de las Estrellas.
Pero la alegría en la casa del pobre dura poco, y dos temporadas después del ascenso, de nuevo regreso al infierno. Ni la victoria ante el Barcelona sirvió de algo. Con Juan Ignacio Martínez al frente el equipo nunca llegó a carburar
Las ayudas al descenso permitieron al Valladolid conformar un plantel fuerte, con Rubi al frente, pero la grave lesión de Roger Martí dejó al equipo sin referencia arriba clara y, pese a que disputó el 'play off', cayó ante la UD Las Palmas. Empezaba la época más dura
Con el equipo en caída libre, Suárez recurre a su amigo Alberto, el portero del ascenso con Mendilibar, para que tire del barco en los últimos partidos y salve la categoría. Sometido aún al concurso, el club no podía ser viable en Segunda B. Alberto salva el equipo, algo por lo que siempre tendrá el agradecimiento de Suárez.
Tercer año en Segunda. Las preocupaciones financieras empiezan a asomar. Hay que intentar subir como sea y se apuesta fuerte por Paco Herrera. El órdago no salió.
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