Una portería de Primera

Probablemente desde que se marchó con destino al Vicente Calderón, su sombra se ha ido haciendo más larga en la portería del Nuevo Estadio José Zorrilla. Su aterrizaje en el primer equipo, repleto de personalidad y luciendo a un nivel excelso con 17 años, resultó la irrupción más importante de un canterano blanquivioleta de cuantos recuerdo. La primera etapa de Sergio Asenjo como portero del Real Valladolid elevó el listón de rendimiento hasta un punto en el que ninguno de sus herederos ha sido capaz de igualar.

Desde entonces, la posición de portero en el Real Valladolid se ha mirado con lupa y sus inquilinos han tenido luces y sombras sin ser capaces de asentarse a un nivel notable. Justo Villar, Jaime Jiménez, Dani Hernández, Diego Mariño, Kepa Arrizabalaga o Isaac Becerra fueron los predecesores que más lucieron antes de la llegada de un Jordi Masip que acompañará al portero palentino en su segunda etapa como blanquivioleta. El fichaje del palentino genera una ilusión excepcional no solo a nivel emocional entre la afición, sino también en lo deportivo.

El actual capitán de la primera plantilla del Real Valladolid cumplirá su sexta campaña en Zorrilla. Masip siempre ha disputado un gran número de partidos con Sergio González en el banquillo, aunque el técnico también dio oportunidades a Yoel, Caro y Roberto en sus tres temporadas en LaLiga Santander. Oportunidades que llegaron, sobre todo, en los casos de Yoel y Roberto, tras momentos de un rendimiento irregular y de algunos graves errores del portero catalán.

También Pacheta le otorgó la titularidad durante más de media campaña, pero el rendimiento de Masip no ha tenido nunca unanimidad entre la afición del Real Valladolid y siempre ha vivido bajo sospecha para muchos de los parroquianos del José Zorrilla. Y es que, Jordi Masip, a pesar de haber demostrado sus capacidades bajo palos con majestuosas intervenciones cada temporada, nunca ha sido capaz de generar entre la grada la seguridad suficiente como para despejar el murmullo existente

Asenjo retorna a Valladolid tras una campaña complicada deportivamente en Villarreal en la que Unai Emery confió la portería del submarino al argentino Gero Rulli en Liga y Champions League. Tras superar cuatro gravísimas lesiones de rodilla a lo largo de su carrera, dos siendo futbolista del Villarreal, este curso ha sido el primero en el que ha sido habitual del banquillo de La Cerámica por motivos técnicos.

Algo se rompió entre el técnico vasco y el arquero palentino para que el rol de Asenjo perdiese tanto protagonismo. O quizás ese último año de contrato con los castellonenses tuviera relevancia en ese aspecto para apostar por un Rulli que tampoco ha destacado sobremanera. Pacheta también tardó en contar con Masip como portero titular del Real Valladolid. La primera temporada del técnico burgalés en el banquillo de Zorrilla comenzó con Roberto Jiménez bajo palos.

El rendimiento inicial del portero madrileño registró buenas actuaciones que con el paso de las jornadas comenzaron a ensombrecerse, dejando la titularidad en manos de Masip en la jornada 19. Privilegio este que ya no soltaría en ningún momento. Pacheta confió la portería al capitán hasta el final de temporada, con todo en juego, y no dudó pese a algunos graves errores cometidos consecutivamente ante Málaga CF y UD Almería, que inquietaron más a la grada blanquivioleta que al propio técnico.

Jordi Masip es seis meses mayor que Sergio Asenjo. Los dos han cumplido 33 años en los últimos meses. Dos guardametas curtidos y expertos que garantizan profesionalidad y trabajo diario en la portería blanquivioleta. Misma edad, pero perfiles muy diferentes de guardametas. En la temporada 20-21, con Sergio Asenjo y Jordi Masip coincidiendo en LaLiga, ambos porteros jugaron un gran número de encuentros. El Villarreal CF realizó una gran campaña quedando séptimo clasificado, pero saliendo campeón de la Europa League, lo que daría derecho al submarino a competir en la máxima competición europea el siguiente curso. Jordi Masip resultó la otra cara de la moneda, la más amarga, ya que la temporada para él concluyó con el descenso del Real Valladolid a Segunda División. Asenjo disputó 36 de los 38 partidos ligueros y Masip 25, pero lo hicieron en dos contextos muy distintos. Ese Villarreal CF de Emery era un equipo dominador que permitía pocos remates contra su portería.

Asenjo recibió 40 goles (1,1 por partido) y realizó 80 paradas (2,2 por partido) llegando al 67% de éxito en sus intervenciones. Jordi Masip vivía en una realidad diferente con su equipo defendiendo muy cerca del área y con muchas llegadas a su portería. Así con once partidos menos jugados que Asenjo recibió los mismos goles (40; 1,6 por partido) e intervino en 76 ocasiones (3 por partido) con un valioso 66% de acierto en sus acciones. Asenjo fue capaz de dejar su portería a cero hasta en diez ocasiones esa temporada mientras que Masip solo pudo hacerlo dos veces. Asenjo paró un penalti de los nueve que lanzaron ante su portería mientras que Masip no atajó ninguno de los cuatro que ejecutaron ante él.

Masip y Asenjo son dos grandes porteros en el uno contra uno. Los dos, también, responden con grandes intervenciones cuando son llamados a aparecer ante cualquier remate 'parable'. Aquí es donde el capitán ofrece sus mayores garantías. Masip se hace grande en estiradas con los pies sobre la línea de meta alcanzando balones que parecen imposibles gracias a la potencia de su tren inferior. Siempre recuerdo aquel desvío con la punta de los dedos ante un disparo de Muniain en la Catedral. Solo cuatro tantos encajó Asenjo desde fuera del área esa temporada por los seis de Jordi Masip.

Masip, además, hace gala de unos grandes reflejos felinos en remates muy cercanos a la portería. Son dos cancerberos muy fiables en estas artes, pero existen otras en las que Asenjo se antoja un portero de superior categoría. Por alto, Masip y Asenjo tuvieron la misma participación con 0,2 duelos aéreos disputados por cada 90 minutos. Ambos salieron ganadores en el 100% de estas acciones, aunque Masip recibió más centros laterales dado que disputó menos minutos.

Más complicado de cuantificar son las opciones de salir a disputar estos balones. Con Masip no hablamos de fallos una vez que se atreve a salir en busca del balón colgado, pero sí de falta de convicción para hacerlo siempre que la jugada lo requiere. Ese momento en el que imponerse a los rivales en un balón parado o en cualquier centro lateral, el instante en el que decir 'aquí estoy yo', es el que más ha costado siempre al portero catalán que muchas veces ha preferido guardar la posición bajo palos permitiendo remates hacia su portería. Contando, además, que Jordi es un portero con una gran potencia de salto entra en juego el aspecto mental y la confianza en uno mismo. Son esos titubeos en estas acciones las que no han permitido al capitán blanquivioleta alejar totalmente el rumor de la grada.

La de Sergio es arrebatadora. Superar cuatro lesiones gravísimas de rodilla te hacen encontrarte día a día con multitud de momentos negativos, desesperanzadores y adversos ante los que luchar y crecer emocionalmente. Eso, y ponerse delante de los focos de una de las mejores ligas del mundo a una edad tan temprana han forjado un carácter implacable. Después de todo lo pasado, Asenjo compite al máximo, pero con el disfrute por bandera. Nunca se rindió para seguir gozando de su pasión y su profesión todos los años que sean posibles. Masip es un portero de un carácter muy tranquilo y capaz de gestionar y controlar muy bien las emociones. Lo hemos visto todos estos años en encuentros de altísima tensión como 'play-offs' de ascenso, partidos por la permanencia en la máxima categoría o choques a vida o muerte por el ascenso en segunda. Su cardiograma varía muy poco. Es prácticamente lineal y eso es una gran virtud, pero hay ocasiones, como las comentadas en balones aéreos cuando las dudas crecen a la hora de actuar, donde el portero catalán parece apocarse.

Otro aspecto en el que el portero palentino ha demostrado una gran capacidad es en el juego con los pies. Desde muy joven Sergio Asenjo ha ido adiestrando su técnica y depurando el sobresaliente golpeo de balón que posee. Asenjo promedió, en aquella 20-21, 23.2 pases completados por partido con un 75% de éxito por los 13.1 completados de Masip y un 47% de éxito. Con más de 15 pérdidas por partido para el portero catalán por las 8 del palentino se ratifica el buen hacer del arquero canterano con el balón en los pies. Esta aptitud le hace ser un guardameta muy fiable en la salida de balón desde atrás, idea que Pacheta ha practicado durante todo el curso pasado y que podría seguir haciendo en primera división con el portero canterano.

El fichaje de Asenjo invita a pensar en el palentino con un rol de portero titular y protagonista en LaLiga dada su trayectoria y la especial ilusión que genera entre la hinchada blanquivioleta su regreso a la que es su casa. La competencia de Masip, capitán y hombre de gran calado en el vestuario, no va a permitir al palentino momento alguno de relajación y tendrá que ganarse el privilegio de ser el elegido día a día. Pacheta tiene a su disposición una portería de primera, de un nivel alto y que le garantiza trabajo duro y rendimiento para cimentar el logro de los objetivos en una temporada 2022-23 que se prevé apasionante.

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