La mayoría de los entrenadores utilizan un adjetivo para designar a un determinado jugador que destaca de alguna de sus facetas. «Es diferente; un futbolista diferente». Con ello aluden a ese pelotero que, saliéndose del manual estricto de las dogmáticas escuelas de fútbol, es capaz ... de inventar, crear y de que salgan acciones consideradas como fuera del libreto. El espectador lo agradece. ¡Cómo no lo va a agradecer! Cada vez son menos los futbolistas que desbordan a su par, que encaran y que les sale el regate. Por dentro o por fuera. Más aún, que después son capaces de, ya no poner un centro, sino un pase a la cabeza o al pie del compañero. Un verdadero asistente del nueve. Su mejor amigo. El culpable del 60% del valor del contrato del delantero centro. No hay que olvidarlo. Sin conexión no hay gol, como sin tetas no había paraíso. Hay partidos en los que Weismann debería dar la propina a algunos por su buena labor colaborativa o invitarlo a comer en un restaurante caro sin chupitos en el postre.
Plata es un futbolista joven con bastante proyección al que las noches de oro le hicieron confundirse en terrenos de barro. Mal aconsejado, cometió una falta muy grave. Y pese a que errar es humano y que los jueces están para eso, para juzgar, el veredicto de la afición ha salido favorable, siempre claro, después de haber obtenido el logro del ascenso. ¿Se imaginan qué hubiera pasado si el Valladolid hubiera hecho una mala campaña? Entonces todos los futbolistas serían tildados de juerguistas, borrachos y de poco profesionales. Y posiblemente hayan hecho lo mismo, salvando altercados mayores como el que protagonizó Plata. Pero la inmediatez y la falta de memoria en el fútbol es patente. Lo que hoy vale, mañana no. Y al revés. Ese juicio sí que es sumarísimo. Y todo el mundo lo sabe, pero la vida, también la futbolística sigue…
En Primera división jugadores como el ecuatoriano no hay muchos. Quizás le falte un poco de compromiso y de estar presente en más momentos del partido en los que parece que pueda esconderse, pero cuando está de dulce es capaz de liársela a cualquier defensor por habilidad y algunas veces por velocidad. No es el Pato Yáñez, no, que cuando tomaba el balón en sus pies todo el mundo esperaba una jugada de gol, que pasasen cosas, pero tiene algo, tiene algo.
Como todo lo diferencial y exclusivo no será barato. Desconozco si el Valladolid pueda hacerse con el dinero suficiente para acometer su fichaje, aunque si no es este, debería intentarlo con alguien parecido. Y ese alguien no será tampoco barato. Menos en Primera. Tenemos a plata, no sé si podremos ir a por el oro.
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