Dos errores condenan al Real Valladolid Juvenil ante un certero Atlético de Madrid

El comienzo del partido fue como el tráiler de una película. Anticipó al tónica general del encuentro. El Atlético de Madrid, que visitó los Anexos tercero en la clasificación, tomó la iniciativa del balón ante un cuadro blanquivioleta que cerraba espacios e intentaba tener sus minutos de posesión.

Con el paso de los minutos, los de Borja demostraron su condición de locales y fueron equilibrando la balanza con tramos de control del esférico planos, prácticamente sin peligro, pero con el que se defendían de los rojiblancos.

Sin ninguno de los dos equipos asumiendo el más mínimo riesgo, el encuentro entró en una fase tranquila, en la que no pasó absolutamente nada. Algún tímido acercamiento rojiblanco hizo dudar al conjunto vallisoletano cuando parecía venirse arriba, hecho que propicio que siguiese el ritmo lento y el pase horizontal se elevó como protagonista de la primera mitad.

Aceves y Torres, desde la zaga, intentaron mandar algún balón a la espalda de los defensas madrileños para los desmarques de Canario pero Ibra, el imponente 4 del Atlético de Madrid, se mostró contundente y sin fisuras. En el minuto 33, Salim despertó la admiración de la grada con una bonita jugada en la que se sirvió de un autopase con la espuela para superar a su marca y conectar un potente disparo que se estrelló en el larguero de la meta blanquivioleta.

Apenas un minuto después, Sergio, lateral derecho del Atlético de Madrid, realizó una internada peligrosa por banda derecha en la que, tras fintar a Isma, cayó al suelo tras un leve contacto que el árbitro indico como penalti. Al igual que ocurre con el primer equipo, parece que los 'penaltitos' persiguen la camiseta blanquivioleta. Currás, desde los once metros, no falló y el partido se fue al descanso con el cuadro rojiblanco por delante en el marcador pero con la sensación de que el empate sobre el verde era el resultado más justo.

Concentrado y sonriente. Así salió del paso por vestuarios la visita ilustre de la tarde. Todo un campeón del mundo como Fernando Torres, leyenda atlética y entrenador 'auxiliar' del Juvenil rojiblanco, visitó los Anexos para ver como su equipo gobernaba en el marcador pero no lograba imponer su criterio en el reinicio del partido. Por su parte, los de Borja metieron una marcha más, lo que les sirvió para llevar una pizca de peligro al arranque del segundo tiempo pero sin demasiada claridad.

Con mayor urgencia debido al resultado, el Pucela comenzó a inclinar la balanza de la posesión. Canito, Renato y Chuky empezaron a mover el balón pero con el Atlético bien cerrado y poco movimiento entre líneas, la sucesión de pases atrás era continua. Además, la pausa del cuadro rojiblanco cuando conseguía hacerse con el esférico fue matando lentamente el partido y las esperanzas de remontada del Pucela.

Pese a ello, el División de Honor no se rindió y siguió peleando cada balón. Pero cuando parecía que inclinaba el campo hacía la portería de Iturbe, un error en salida de balón dejó completamente solo a Dani Díez que, sin ponerse nervioso, ajustició a Aceves y sentenció el partido. La tuvo Frimpong en el último instante del choque para recortar distancias pero una buena mano del meta rojiblanco selló la portería visitante y certificó el 0-2 final. El Juvenil se coloca noveno con nueve puntos tras la derrota en esta sexta jornada mientras que los madrileños escalan hasta la segunda plaza del Grupo 5 de la División de Honor.