Pezzolano reaccionó a los cánticos, porque «me duele que les afecte a los jugadores»

Al margen del importante partido que se disputará el sábado en Cornellà, el técnico del Pucela quiso zanjar en la rueda de prensa previa al choque el asunto sobre los cánticos que se produjeron el pasado domingo en Zorrilla; para dejar a un lado las tensiones extradeportivas entre la afición y el club y centrarse únicamente en el juego y los resultados del equipo. «Hay una canción que va contra los directivos, pero se engloba a 'los brasileños', por lo que a mí me duele que esto les afecte a algunos jugadores de esta nacionalidad y por eso salí a defenderlos. Dijeron una palabra ('brasileños') que abarca más allá de los directivos y nos lo tomamos como algo normal; pido perdón a quienes se referían a la directiva, pero hay gente muy mala que pretende ir más allá con esas expresiones», explicó Pezzolano. Y añadió que actuaría de la misma manera, lamentando los hechos, si estas palabras se produjesen contra los españoles, los uruguayos o cualquier nacionalidad. Además, insistió en que «hay gente muy buena que se hace notar poco y nosotros vamos a seguir trabajando en el campo para que esos que dudan se vuelvan de nuestro lado», zanjó muy serio.

De vuelta al próximo partido que disputará frente al Espanyol, el conjunto blanquivioleta entrenó este jueves sobre el césped del estadio José Zorrilla «para seguir mejorando» y viajará este viernes para entrenar por la tarde ya en suelo catalán y descansar de cara al choque. El Pucela está en estado de gloria y busca seguir con la buena racha que encadenan desde la jornada cinco, pero «los jugadores tienen los pies en la tierra»; además, son conscientes de la presión que recae sobre sus hombros de ofrecer un buen juego y conseguir el objetivo del ascenso a final de temporada, aunque «es un campeonato muy largo y tenemos que seguir trabajando con paciencia». El equipo está «bien mentalmente y muy unido», por lo que saltarán a un «campo muy duro» para dejarse la vida y regresar a Valladolid con los tres puntos en la mochila.

Los problemas para el entrenador uruguayo se acumulan y el centro de la defensa sigue siendo una de las debilidades del conjunto blanquivioleta. La convocatoria de David Torres con la selección española sub-21 y las molestias de Javi Sánchez durante el entrenamiento del martes suman dos nuevas bajas en el Pucela para este fin de semana. El central madrileño se une a la enfermería junto al lesionado Raúl Moro, que sufre una lesión muscular en el bíceps femoral y estará alrededor de un mes alejado de los terrenos de juego. Por tanto, el técnico del Valladolid cuenta únicamente con Boyomo y Gustavo Henrique como centrales naturales y tendrá que estrujar su cerebro para buscar una solución que mantenga la solidez defensiva que encontró hace unas jornadas. No obstante, César de la Hoz, Juric y el canterano Quintana son capaces de retrasar su posición y actuar como defensas centrales. «Juric abarca mucho espacio en el centro del campo y Monchu progresa mucho con el croata al lado, por lo que tenemos que pensar muy bien si se mete entre los defensas y va a ser una decisión muy complicada», valoró al ser preguntado por la posibilidad de plantar una línea defensiva de cinco jugadores.

El conjunto dirigido por Pezzolano continúa trabajando en busca de encontrar su mejor versión con el balón en los pies y conseguir que los aficionados disfruten de un juego más vistoso que vaya de la mano de los resultados, ya que «nuestro objetivo es claro, el ascenso a Primera». Además, el técnico está seguro de que esta jornada se va a vivir un partido muy igualado entre «dos equipos que son candidatos claros a ascender». Los vallisoletanos quieren aprovechar su buena racha y la confianza que provocan las victorias, más si son cinco consecutivas, para hacer daño al conjunto catalán y poder asaltar uno de los campos más difíciles que van a pisar esta temporada. Normalmente, el viento suele soplar a favor cuando el barco va por el buen camino y los de Pezzolano quieren seguir navegando hasta desembarcar con el botín final del ascenso a Primera División; aunque el mar de la categoría de plata no suele estar precisamente en calma y cada partido se convierte en un obstáculo, el Espanyol será el siguiente.