Pezzolano: «Me quedo con la rebeldía y ambición de los jugadores»

A Paulo Pezzolano (Montevideo, Uruguay, 1983), que optó por cambiar de banquillo (escogió el de lla derecha, en palabras propias, «porque me gusta hablar con los árbitros y tengo más cerca al línea y al cuarto árbitro», le vinieron demasiadas emociones juntas, y también muchas situaciones de partido en un breve espacio de tiempo. Tuvo el triunfo en su mano, también se le pudo escapar, y finalmente aceptó el punto como mal menor.

«Vamos a seguir agregando detalles. Para mi el más importante en un equipo de fútbol es cuando a veces se viene dudando, lo primero trabajar la cabeza del jugador. Por eso me quedo con la rebeldía del jugador. Por eso digo que el jugador nos dé lo máximo hasta el último segundo. Me quedo con la actiud del jugador. Fue hacia adelante trabajando en la adversidad. Antes cuando recibíamos un gol, éramos como un cristal, nos quebrábamos. Ahora recibimos dos y lo supimos dar vuelta. La cabeza es lo más importante ahora. Luego vendrá lo físico y lo táctico», apuntó.

Sobre la polémica final, penalti de VAR y descuento ficticio, Pezzolano se mostró condescendiente. Somos todos seres humanos, los árbitros también, lo hablamos cortito. El penal fue en el minuto 90 y estuvimos cuatro parados. Creo que faltaban cuatro minutos y se le pasó. ¿El penalti? Pegó en la mano, pero lo que te mata del VAR es cuando se saca de contexto el juego. Si ves cuando gira el jugador quiere sacar la mano y le pega en la mano. Si vas a los básico, penal. Si vas al movimiento, para mi no fue. Estamos con ese tema moderno del VAR. Saca mucho de contexto el físico y el juego», explicó, en una visión muy particular y real de quien hasta hace bien poco era jugador.

Sobre el juego mostrado por los suyos, desgranó algún detalle a mejorar sin entrar en profundidad. Es pronto para extraer conclusiones. «Nuestro juego es muy similar a lo que hacían antes. Van a ir viendo detalles en salida un poco más paciencia del arquero, nos disputar bolas aéreas a los delanteros,... Nuestro arquero tiene que fijar una marca para buscar al hombre libre. Pero eso es tiempo y lo dan los resultados», comentó, apuntando que da mucho valor «al rompimiento de la segunda línea. Ellos tenían línea de cinco y buscábamos sacar a los zagueros para comerles la espalda o Larin fijar al líbero para sacarle la espalda. Así vinieron dos de los goles. Contento por lo aplicado que fueron los jugadores. Hay que seguir trabajando y con mucha paciencia porque el Real Valladolid lo va apelar hasta el final».

Sobre el ambiente que se encontró en Zorrilla, destacó la reacción del equipo. «Como yo digo, cuando les empujamos adentro, empujó. Hay que seguir lograr empujar desde adentro hacia afuera y dar el máximo para yener la afición a morir. La Liga es una de las mejores del mundo, soy un aficionado, y muy contento», admitió, dando su punto de vista sobre los pitos en los cambios a Roque y Plano. «La imagen la van a cambiar ellos mismos dentro de la cancha. Hicieron un excelente juego en la primera parte. Luego arranca la segunda y no saco a Plano porque estuviera mal. Buscaba más un uno contra uno. Me preocuparía que perdiera una bola porque no la toca. Para mi hicieron un excelente partido».

Por último, prefiere el uruguayo quedarse con los defectos para trabajarlos de puertas adentro. «Me gusta ser sincero, sabíamos que el Mallorca tenías virtudes muy concretas con jugadores de 1,90. No voy a decir las debilidades, me las voy quedando yo, y me quedo con que ví un equipo dentro de la cancha», concluyó.

Por su parte el técnico del Mallorca dio por bueno el empate en Zorrilla, teniendo en cuenta la mala racha de la que venía. «Justo es. Todos los que saltaron al campo hicieron su esfuerzo con este clima difícil de asimilar. Es raro porque dimos la vuelta y nos dieron la vuelta, pero creo que ambos equipos lo dimos todo y es una fecha más y un punto más», apuntó el técnico mexicano, que se pronunció sobre la acción de VAR en el último suspiro. «Vimos unas manos clarísimas, eso sí es verdad. Otra cosa es que los árbitros decidieran que no fuese una mano punible o intencionada, pero sabíamos que había una mano», explicó Aguirre, que destacó un dato positivo del rival. «El único equipo que no ha encajado de córner es el Valladolid, lo sabíamos, y sigue siéndolo después de este partido».

«No me gusta nada encajar tres goles. Dimos mucha distancia. Nuestro equipo vive de la intensidad y claro, a las dos de la tarde, felicidades de nuevo a mis amigos de la liga, ya son nueve partidos a las dos de la tarde,... No me gustó nada, nada. Luego me gustó que tuvimos tres ocasiones de marcar con 0-0 y nos fuimos al vestuario perdiendo», comentó.