Pezzolano y las mejores rachas triunfales del Real Valladolid en Segunda

Los triunfos ante Cartagena (1-0), Real Oviedo (0-1), Burgos CF (3-0) y Eldense (0-1) han llevado al Pucela de Pezzolano a la rampa de lanzamiento de la zona alta de la tabla. Pacheta también logró encadenar cuatro triunfos consecutivos en dos ocasiones con el Real Valladolid y con algunos de estos mismos rivales. Entre las jornadas 20 y 23, el cuadro blanquivioleta se deshizo seguidamente de Real Oviedo (2-1), Real Sociedad B (0-2), Leganés (1-0) y Burgos CF (1-0). Si la racha actual de Pezzolano habla de seis goles a favor y ninguno en contra en los últimos cuatro partidos, el Real Valladolid de Pacheta marcó también seis tantos y recibió uno en ese tramo de la competición. El técnico de Salas de los Infantes acabó la Liga aquel curso con otros cuatro triunfos seguidos ante Eibar (0-2), Ponferradina (2-0), Ibiza (1-2) y Huesca (3-0) que le permitieron sellar el ascenso directo en la carambola final de la última jornada.

A Paulo Pezzolano se le presenta ahora la oportunidad de batir las mejores rachas de Pacheta. Si el Real Valladolid es capaz de volver a ganar este domingo en casa al Mirandés, el técnico uruguayo entrará en un club más selecto: el de entrenadores del Real Valladolid que han completado un repóker de triunfos en la categoría de plata. Aunque, en la historia blanquivioleta en Segunda quien gana cinco partidos, acaba ganando seis… O siete.

Para encontrar registros superiores a las cuatro victorias consecutivas hay que viajar hasta la campaña 2011-2012, con otro 'técnico ascenso' en el banquillo del Real Valladolid: Miroslav Djukic. El Pucela entrenado por el serbio metió la 'sexta' marcha entre las jornadas 31 y 36, cuando despachó sin solución de continuidad a Numancia (1-4), Las Palmas (2-1), Xerez (0-4), Huesca (3-0), Villarreal B (0-1) y Cartagena (2-1). La racha fue impresionante, pero no le bastó para alcanzar el ascenso directo. Aquel Pucela acabó tercero y subió a Primera tras jugar el 'play-off' de ascenso y eliminar a Córdoba y Alcorcón.

Por supuesto, una de las dos mejores rachas de la historia del Real Valladolid en Segunda aparece en el curso 2006-2007, con José Luis Mendilibar al frente del 'Pucela de los récords'. Con el equipo convertido en un bólido, Mendi logró siete victorias seguidas, entre las jornadas 28 y 34, que culminaron con el fulgurante ascenso a Primera en Tenerife dos meses antes de la finalización del campeonato. Esta ráfaga continuada fue el epítome de una campaña impresionante: el Real Valladolid sólo encajó un gol en esos siete partidos, coronados con victorias ante Lorca Deportiva (0-2), Ponferradina (1-0), Elche (0-1), Málaga (1-0), Real Madrid Castilla (1-3), Vecindario (3-0) y el descorche final en Tenerife (0-2). El Pucela de Mendilibar ya había encadenado antes seis triunfos en la primera vuelta ante casi los mismos rivales (1-0 ante el Elche; 0-1 contra el Málaga; 4-0 frente al Real Madrid Castilla; 1-2 contra el Vecindario; 1-0 ante el Tenerife; 1-4 en el campo del Murcia…).

Si aquel ascenso era largamente esperado después de tres años en la categoría de plata, qué decir de la campaña 1979-1980, la última de una larguísima travesía del desierto de 16 años (15 en Segunda y uno en Tercera División). Un torbellino de seis victorias resultó clave para volver a Primera de la mano de Eusebio Ríos en el banquillo pucelano. El Real Valladolid venía de tres perder tres partidos antes de huracanarse y tumbar repetidamente a Recreativo de Huelva (2-1), Gimnástico de Tarragona (0-2), Deportivo de la Coruña (1-0), Castilla (1-2), Osasuna (1-0) y Cádiz (0-1). Aunque el equipo se desaceleró en los últimos cuatro partidos, esa racha resultó suficiente para volver a Primera División e iniciar la dorada década de los ochenta.

Como hemos visto, todas estas rachas preludiaron la vuelta a Primera División. Sin embargo, eso no fue lo que sucedió en la temporada 1975-1976, con el uruguayo Héctor Núñez en el banquillo del Real Valladolid. Los seis triunfos seguidos entre las jornadas 12 y 17 lograron que las expectativas de aquel curso se disparasen, con victorias ante Cádiz (1-0), CD Málaga (1-2), Ensidesa (equipo de Avilés, por 1-0), Murcia (0-2), Recreativo de Huelva (2-0) y Calvo Sotelo (conjunto de Puertollano, por 4-0), pero el equipo acabó cuarto y no subió.

En cambio, la racha inicial de la temporada 1958-1959, con siete victorias seguidas y sonoras goleadas ante Indauchu (3-1), Sestao (1-2), Deportivo de La Coruña (8-2), Santander (0-1), Sabadell (4-0), Basconia (0-3) y Gerona (8-1) auparon al Pucela de José Luis Saso al primer puesto del Grupo I del que ya no se bajó para firmar el ascenso directo como campeón. Este Real Valladolid de Saso y el de Mendilibar presentan las mejores rachas en Segunda. Ahora, Pezzolano tiene la oportunidad de acercarse a ellos si el Pucela logra ante el Mirandés su quinto triunfo seguido... para luego pensar en el sexto. Y en el séptimo.