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A Paulo Pezzolano su afición le despidió este lunes con cánticos de dimisión. Lo hizo por segunda vez –y casi al unísono– al término del partido y tras consumarse un empate doloroso, no solo por la pérdida de dos puntos, sino por la imagen de ... inoperancia del equipo ante un rival en puestos de descenso, y que sólo ha ganado un partido –el pasado mes de octubre– lejos de su feudo.
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Tampoco ayudaron sus explicaciones al preparador uruguayo. «Ellos hicieron un gran partido». «Defendieron muy bien». «Son un equipo muy compacto». Tres frases que podrían extrapolarse a algún otro momento de la temporada, solo que en esta ocasión delante de los blanquivioleta no estaba el líder, el Leganés –«un gran equipo en bloque bajo», parafraseando al técnico–, y la defensa que se mostraba era la del antepenúltimo y que llegaba con la misiva de achicar los problemas en su portería.
No era un Albacete para presumir de defensa –por lo menos hasta ayer– que dejó a los locales con un solo tiro a puerta, cuya explicación se limitó al «buen partido» de ellos. La afición no lo entendió como suficiente ante un equipo que quiere dejar la Segunda esta temporada.
Los pitidos al entrenador pucelano ya aparecieron antes, pese a que muchos aún confiaban en ese gol que elevase al equipo a la tercera posición. No fue así, y Pezzolano volvió a escuchar los cánticos. «Los entiendo. Somos un equipo muy grande, pero estoy tranquilo porque se está trabajando bien. Ojalá ganemos el próximo partido se gane, y los cánticos sean a favor», afirmó, al tiempo que apostilló que si el equipo hubiese ganado anoche «seríamos terceros».
Pezzolano admitió que al equipo le está faltando gol. «Sin duda», reconoció. «Pero esto es largo y hay que seguir trabajando. Lo más importante es tener ocasiones, aunque hoy –por este lunes– no tuvimos claridad, pero por la virtud del rival», analizó. «No encontramos los espacios, y no pudimos generar ocasiones. Buscamos soluciones con Escudero por dentro, que tiene buena pierna. Fuimos más verticales tras los cambios, pero tenemos que seguir buscando soluciones entre líneas», agregó el entrenador blanquivioleta.
El técnico sudamericano lo fía todo al próximo partido ante el Sporting de Gijón en Asturias, «un partido durísimo», en el que el equipo buscará acabar con una sequía de dos partidos sin lograr encontrar la portería visitante. «Vamos a buscar soluciones», concluyó.
Por su parte, el técnico del Albacete, Rubén Albés, ex del Promesas y que destacó como el Real Valladolid crece, admitió que su equipo llegó a Zorrilla «en modo supervivencia». Aún así, el preparador manchego sí expresó su desazón, al entender que sus jugadores gozaron «de las dos mejores ocasiones, mano a mano», para haberse llevado los tres puntos de Zorrilla.
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