Paulo Pezzolano no se mordió la lengua tras el encuentro con el Espanyol. El técnico blanquivioleta dejó un recado a los aficionados que criticaron el cambio del Lucas Rosa por Anuar, que se retiró, con una hemorragia nasal después de varios minutos perdiendo sangre en ... el campo.
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El entrenador, que en un primer momento optó por mandar calentar a Moro, se decidió por Lucas Rosa, en un cambio, a priori, más defensivo. «Yo solo sé lo que trabajan en la semana, y necesitamos a todos los jugadores. Hay que manejar los minutos de ellos», comenzó, para elevar su discurso a continuación, sin dar por zanjada la enésima polémica con la grada.
«La afición que me grite a mí.... También nos falta ser competitivos desde fuera... Eso nos falta, esa afición competitiva que esté gritando al árbitro, que levante la moral a Lucas Rosa, que entra, y que además hizo un excelente partido, con la presión alta», subrayó. «Lo que no se sabe es que si meto a Moto antes quizá lo perdemos para el próximo partido o más», zanjó.
Pezzolano tampoco quiso entrar a juzgar la labor arbitral. «Si hablo del penalti, me van a expulsar», valoró sin más, en relación a cómo el VAR anuló la pena máxima decretada por Cordero Vega a favor de los blanquivioleta.
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El preparador uruguayo y su homólog en el RCD Espanyol coincidieron en rueda de prensa en que el partido fue «muy trabado», propio de los nervios y la ansiedad para los dos equipos, concientes de que buena parte del ascenso directo se jugaba en Zorrilla -sobre todo para los catalanes-.
«Teníamos que haber tenido más paciencia con el balón, girarnos, estar más rápidos con la circulación... Aún así tuvimos las ocasiones al final, pero no concretamos», afirmó Pezzolano, que aún así dio el punto por bueno «porque estamos donde queremos estar».
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«Fue un partido muy parejo, muy disputado, en el que respetamos sus virtudes y ellos las nuestras. El segundo tiempo fue nuestro», agregó el entrenador del Real Valladolid, que señaló que el equipo se lanzó a por el partido tras la expulsión, pero puso en valor la línea «de cinco» que pusieron los catalanes y como defendieron «a muerte».
Pezzolano destacó que su equipo no pasó «apuros» y que, aunque querían ganar, se consiguió al menos un punto antes de pensar ya «en el partido con el Alcorcón» de la próxima semana.
Por último, el técnico valoró el debut de Arnu con el primer equipo. «Muy contento por él. Le dije que disfrutara, y tuvo detrás a un compañero como Negredo, que cuando supo que no jugaba enseguida se molestó en darle consejos. Eso dice mucho del tipo de persona y jugador que es Álvaro». «Álvaro nos da mucho más que el gol. El otro día en el gol de Moro es él el que arrastra a los dos centrales para que entre Moro».
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Por su parte, el técnico del Espanyol, Manolo González, aseguró que su equipo no puede permitirse acciones como la de la expulsión. «En partidos de este tipo no podemos acciones como la de la expulsión. Tirarse cuando ya tienes una tarjeta amarilla. No podemos fingir en este tipo de acciones. Son situaciones que hay que controlar mucho, porque todos los partidos son finales».
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