Periodistas y... ¿futbolistas?

De vez en cuando me gusta echar una ojeada a la infinidad de fotografías que he ido recogiendo a lo largo de mi vida profesional. Las fotos son la imagen precisa de los recuerdos. Casi todas las fotos tienen una historia detrás que fluye al primer golpe de vista.

Hace unos días me encontré con una que está fechada en 1967 y recoge a un equipo de fútbol en el que estamos periodistas jóvenes y veteranos de aquella época que trabajábamos en periódicos o emisoras de radio, si no en los dos medios a la vez. Entonces no estaba bien pagada esta profesión y había que sobrevivir a costa de trabajar por la mañana en un sitio y por la tarde en otro, al menos hasta que se valorase debidamente tu trabajo.

No obstante también había sitio para la diversión y una de las maneras de echar la mañana o la tarde pasándolo bien era jugar un partido de fútbol. A veces los de prensa contra los de radio, pero como algunos teníamos compañeros en ambos bandos surgían problemas, de modo que decidimos remar todos en la misma dirección y buscábamos rivales que no tenían nada que ver con la profesión, generalmente artistas que actuaban en ferias, o directivos y técnicos del Real Valladolid, incluso exjugadores blanquivioletas.

En la foto en cuestión, el once de prensa y radio vestimos los colores del Real Valladolid, camisa blanquivioleta y pantalón blanco, que nos había cedido el club, como también el viejo estadio Zorrilla, que fue el escenario del encuentro. El equipo rival estaba formado por jugadores del Real Valladolid ya retirados, aunque todavía en condiciones de aguantar una hora y media sobre el césped.

Entre ellos Paco Lesmes, Matito y Losco, a quienes había visto jugar contra los grandes de la Primera División en mi etapa de socio infantil sin imaginar entonces que yo iba a pisar el mismo césped que antes lo hicieron Di Stefano, Kubala, Puskas, Kopa Wilkes y todas las figuras extranjeras que llegaron para aportar un salto de calidad al fútbol español.

Aunque en la foto está solo Félix Rivera 'Riverita', fueron dos los entrenadores que tuvimos los 'plumillas', José Luis Parra y el propio Riverita, más experto en toros aunque también muy aficionado al fútbol. Ellos fueron quienes decidieron que la línea media -entonces todavía se jugaba con tres defensas, dos medios y cinco delanteros- la formásemos Ángel María de Pablos y yo, antiguos compañeros de estudios en el Colegio de Lourdes y después unidos por un periodismo vocacional.

Mi entrañable y añorado amigo Ángel María había jugado de delantero en el Real Valladolid juvenil y en cambio a mí me dio por otros deportes con más raigambre en el colegio: baloncesto, balonmano y atletismo. Aún así, el fútbol me gustaba y jugamos juntos muchas veces en la finca del colegio, oficialmente denominada 'Stadium La Salle', que tenía 21 campos de fútbol y en cuyo espacio se instaló después la Feria de Muestras.

Recuerdo que en aquel partido contra los exjugadores del Real Valladolid y del Europa Delicias, los veinteañeros de la prensa y radio éramos Javier González, Alberto Cacho, Ángel María de Pablos y yo, de modo que a nosotros nos tocaba correr por los que no estaban en condiciones de hacer muchos esfuerzos, entre ellos Santiago Gallego, futuro presidente del Real Valladolid y entonces cronista deportivo de Radio Valladolid.

He intentado buscar en las hemerotecas saber el resultado, pero no lo he encontrado aunque esta foto sí salió por lo menos en El Norte de Castilla y en Libertad. Como muchos de quienes posamos así antes del partido han fallecido, no he podio preguntar si alguien se acuerda de ese dato, aunque en el fondo es lo de menos. Aquellos partidos se montaban para pasar un buen rato y para tomar el pelo a los perdedores.

Antes y después de este partido hubo otros muchos, entre ellos uno que los periodistas vallisoletanos jugaron durante las ferias de 1945 contra los artistas del Circo Feijóo, que no solía faltar a la cita festiva del mes de septiembre con la capital del Pisuerga. En aquel partido, que también se celebró en el viejo Zorrilla, aunque entonces era muy nuevo, tomó parte Miguel Delibes, cuya afición por el fútbol no solo quedó demostrada en sus crónicas de los partidos del Valladolid ilustradas con dibujos de su propia creación, sino en dar patadas al balón desde su etapa de alumno del Colegio de Lourdes, mucho tiempo antes que nosotros.

En su libro 'Mi vida al aire libre', Delibes dedica un párrafo a aquel partido contra los artistas circenses: «El último partido que jugué en Valladolid fue en un once que improvisamos los periodistas para desafiar a los artistas del Circo Feijóo. Yo entonces tenía novia y la idea de que ella iba a acudir al estadio a verme, me movió, como dicen ahora los futbolistas, a jugar a tope, a dejarme la piel en el campo. Salí, pues, muy decidido, pero en mi primera arrancada, después de driblar al mayor de los Tonetti, me entró un chino malabarista, no recuerdo bien dónde me puso la rodilla, me propinó un leve empellón y yo salí proyectado por los aires dando volteretas como lanzado por una ballesta. Quedé malparado, maltrecho, abrumado por un sentimiento de vergüenza que aún hoy, al cabo de cuarenta años, se reaviva cada vez que lo recuerdo».

Los partidos amistosos de periodistas contra directivos continuaron muchos años y aún se mantienen, preferentemente de fútbol pero también de baloncesto y de balonmano. Recuerdo unos cuantos que disputamos en Fuente de la Mora contra las chicas del CDU, con varias internacionales en sus filas y muchas ganas de demostrar que no siempre el sexo fuerte impone su ley. ¡Qué tiempos!

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