Perder o ganar... ¡he ahí el empate!

No cabe duda que tras la alineación inicial y la posterior deriva que toma el equipo, se habrá congratulado enormemente del acierto obtenido con los cambios realizados.

Sergio Escudero en la izquierda junto a Iván Sánchez, pletórico de clase y acierto, y un Amallah dando oxígeno en la zona creadora del terreno y acierto en el área rival, terminaron por desencallar un barco totalmente varado en las aguas mallorquinas que amenazaban rotura total del casco.

No olvidará facilmente las cuatro ocasiones en las que Ndiaye Amath erró con clamor las clarísimas ocasiones de las que dispuso.

Del mismo modo que habrá comprobado como el nuestro es un equipo dubitativo y a veces desconcertado cuando el viento no ayuda, para tornarse en un conjunto alegre y con descaro cuando sopla favorablemente.

Esa duda que solo resuelve Martin Hongla desde muy atrás y Roque Mesa desde el puesto de volante son las que desatascan realmente el juego.

Junto a Álvaro Rubio, un especialista en esa zona del terreno de juego, habrá observado que Kike Pérez, Amallah e Iván Sánchez junto a Aguado, Monchu y Plano son buenas alternativas para completar lo anterior.

En espera de que Darwin Machís reciba el OK definitivo, Kenedy y Plata le van a resultar imprescindibles para atacar las bandas en pos del centro que aprovechen Larin y León arriba.

Hechos estos análisis, hoy lunes no me cabe duda que el mister charrúa tiene una idea mucho más cabal de quienes están a sus órdenes y cómo se desenvuelven en las malas.

Tengo la sensación de que acabará por promover una defensa a la uruguaya donde lo primordial es ser muy fuerte en las disputas y simples y fáciles en los inicios del juego para no dar opción al error propio.

Probablemente sea en este apartado donde va a estar centrada primordialmente la labor del entrenador por todo lo visto hasta ahora; algo que ayer vino a ponerse una vez más de manifiesto, por si no había quedado lo suficientemente claro, quizás como ilustración para que el responsable tomase cumplida nota de los hechos y adopte las medidas oportunas.

Y es que la imagen de debilidad, duda y atasco de la primera media hora de partido se hace imposible de asumir si se quiere pelear en condiciones de igualdad con cualquier adversario.

Dentro de esa línea de volantes que nos saque del atasco referido, Kike Pérez se le ha ofrecido como referente de ataque con llegada y claridad para definir con efectividad. Sin duda, un dato clave que el míster aprovechará convenientemente.

Lo que esa defensa resuelva y el mediocampo genere serán fundamentales para un ataque aún menguado pero de calidad contrastada.

Conocido el percal, ordenar y corregir mientras motiva, ilusiona y convence será su reto desde ya mismo. ¡Al turrón!