Penalti al límite

El murciano intentó aplicar la ventaja y el jugador de Moaña cometió la torpeza de coger el balón con las manos antes de que el colegiado pitara, por lo cual le señaló falta en contra. Decretó penalti en área celeste, el contacto estaba al límite de la infracción, aunque si bien es cierto que Kike Pérez ganó la disputa a Mallo, que le pisó pero no parecía que fuera con la suficiente fuerza para provocar el derribo.

El asistente dos le indicó una mano clara de Olaza al tenerla extendida, con ello cortó un centro de Hervías. Dio la impresión que la extremidad se proyectaba sobre la línea, lo que hubiera supuesto penalti. González Fuertes en la sala VOR decidió que era fuera del área. Orellana solicitó penalti cuando se internaba en el área, pero el chileno se tropezó y más bien fue él quien cometió falta, al arrollar al jugador celtiña.

En definitiva, partido difícil de dirigir que el internacional controló y llevó a buen puerto, pero debió evitar ese ataque de autoritarismo en la jugada de Aspas que sólo conducen al error.