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Una pelota, dos tejados

Desde lo Anexos ·

La plantilla, al refrendar a Sergio, da un paso al frente para revertir la situación del equipo y, a la vez, le reclama al técnico cambios

Lunes, 8 de febrero 2021, 12:33

La crisis causada en el Real Valladolid por los partidos ante el Huesca y el Alavés parece, de momento, cerrada. La firme defensa del club de la continuidad de Sergio y las palabras de uno de los capitanes refrendando el compromiso del plantel con su ... técnico así parecen confirmarlo. Pero el movimiento se demuestra andando y todo queda a expensas de lo que suceda en el coqueto campo de Ipurua el sábado a partir de las 18:30 horas.

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Pero mientras ese momento llega, conviene pararse a analizar lo que sucedió en la reunión de media hora que tuvieron entrenador y jugadores en el vestuario de Zorrilla el pasado sábado. A tenor de las declaraciones de Masip todo fue más o menos bien. Se habló, se le mostró al técnico la confianza de la plantilla, acordaron todos trabajar más, mirar adelante y unirse para sacar al equipo de la situación en la que está.

De esta actitud se pueden extraer dos consecuencias

Primera. Como el sábado en Eibar se vuelva a ver al Valladolid de Vitoria o del que se midió al Huesca, los señalados ya no serán los miembros del cuerpo técnico, serán los jugadores. Es evidente que es inusual que un jugador le diga a la persona que le ha de hacer jugar que cree que debe irse. Ni Messi lo hizo con Setién. Pero si tienes la ocasión y no la aprovechas, debes afrontar las consecuencias. Y en este caso la derivada directa es que esto es cosa de la plantilla y de los jugadores. Ellos mismos han eliminado todas las excusas que puedan imaginarse. Si como futbolista entiendo que el míster es el ideal para remontar la situación, si luego en el campo las virtudes que predica el técnico no se ven, habrá que concluir que es porque los futbolistas no quieren o no pueden. No hay más razones ya. Han exonerado al técnico de responsabilidad. Voluntaria o involuntariamente han colocado la pelota en su propio tejado.

Segunda. Sergio no va a perder su trabajo. Eso le ha dicho la plantilla. Más claro, agua. Olvidémonos de seguir dándole vueltas a la idea. Solo dejará de ser entrenador si dimite o se pone a hacer tonterías y enloquece a la hora de tomar decisiones. Ninguna de las cosas parece probable. Pero Sergio, desde la tranquilidad laboral recién ganada de nuevo, debe hacer con urgencia examen de conciencia y darse cuenta de que convertir el pasado en un sofá es una posición escasamente inteligente. Lo inteligente es utilizarlo como trampolín. Debe hacer autocrítica de verdad, no solo ante los micrófonos, y cambiar los entrenamientos, las tareas, porque es obvio que algo no está funcionando. Lo del año pasado y lo de lo anterior no sirve, hay que buscar caminos diferentes con urgencia y olvidarse de buscar enemigos que no existen y en cuya detección se pierde un tiempo precioso.

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