Pato Yáñez, velocidad y talento

El Pato Yáñez era una de las estrellas de aquel equipo y eso ya es mucho decir porque aquel grupo rebosaba talento. Parece mentira que un grupo de jugadores que mezclaba a este tipo nacido en Valparaíso (Chile), con Jorge Alonso, Eusebio, Pepe Moré o Jorge Orosmán Da Silva no hiciera incluso cosas más grandes.

A Patricio Nazario Yáñez Candía lo había fichado Manuel Esteban Casado como presidente atendiendo la recomendación de Ramón Martínez. Estaba en Barcelona, pero como el club catalán no se decidía y le ofrecía jugar en el filial, llegó el Real Valladolid y lo captó al tener libre una de las plazas de extranjero. Probablemente Da Silva y Yáñez hayan formado la dupla de foráneos más espectacular del Real Valladolid en toda su historia.

Actualmente el chileño hace labores de comentarista para una televisión de su país. Su bagaje profesional es notable pero una de las alegrías de su vida fue conquistar aquel trofeo de la Copa de la Liga con el Pucela. «Tras eliminar al Sevilla vimos que podíamos ganar el título, el equipo estaba muy bien y al final lo conseguimos. Ver a Moré levantar aquella copa fue como tocar el cielo en medio de todo el cariño de la gente», recuerde desde Chile.

La velocidad de Pato Yáñez y el hecho de ir dejando atrás a los contrarios con una facilidad asombrosa a uno le hacían sentir el hincha de un equipo grande. El Pato llegaba igual por una u otra banda y en Zorrilla era imparable. Fuera de casa bajaba su rendimiento en aquella época en que las patadas no eran las de ahora. Algunos defensas eran de cuerpo a tierra y los tobillos y las rodillas del Pato bien lo saben.

Yáñez se asentó en Valladolid durante cuatro temporadas e incluso puso un negocio de hostelería en la calle López Gómez, la cafetería Cisne. Fue un ídolo en Pucela aunque ya era jugador mundialmente conocido antes de llegar aquí, con 21 años recién cumplidos. Siendo un velocista como era, hizo atletismo en Chile y tenia una buena marca en 100 metros, podría haber llegado más lejos en el fútbol profesional.

De Valladolid se fue al Zaragoza y después jugó en el Real Betis durante tres temporadas, una en la Universidad de Chile y otras tres en el Colo Colo, equipo con el que ganó la Libertadores, Con su selección jugó varias ediciones de la Copa América y el Mundial 82 en España. Sin embargo, sus mejores años los dio en Pucela, con un total de 109 partidos y 14 goles. En la final de la Copa de la Liga no marcó, pero protagonizó la jugada del primer tanto al irse, como tantas veces, por la banda derecha y poner un centro que Miroslav Votava introdujo en su propia portería. Fue el primer paso para ganar la copa y el minuto de gloria de Yáñez en el fútbol europeo.

En 2014 recibió un homenaje en Zorrilla, vino desde Madrid a un partido de liga para que su hijo viera «el cariño» que la gente le tiene aquí. Si hay un jugador inolvidable y componente de cualquier alineación histórica del club ese es Pato Yáñez.

Poco antes de esa visita había tenido un accidente vascular, pero le llevaron rápidamente a una clínica y todo se quedó en un susto, sin secuelas. A sus 63 años está feliz con su vida, tiene nietos y disfruta de su faceta de comentarista porque es una forma de seguir vinculado al fútbol y nunca pensó ser entrenador porque no le gusta «la soledad» del que manda. Lo suyo era la soledad del que se va con el balón y se planta delante del portero.

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