El Real Valladolid prefiere jugadores nacidos en el primer semestre del año

Se conoce como sesgo del efecto relativo de la edad e investigadores de laUniversidad Europea Miguel de Cervantes lo han corrobrorado con el análisis de una base de datos formada por más de 5.748 jugadores de Primera, Segunda y de la selección nacional entre los años 2011-2016. La conclusión de su artículo es contundente: «existe una sobrerrepresentación de los sujetos nacidos en los primeros meses». Comparada, por supuesto, con la estructura natural de la población, que tiende a un mayor equilibrio.

El trabajo, firmado por Mario López del Río,Daniel Rabadán, JuanCarlos Redondo y Silvia Sedano, se ha publicado en la revista 'Apunts de Educació Física' y recoge en su introducción análisis similares que desde hace muchos años evidencian la existencia de este sesgo.

«Viene a ratificar lo que ya se sabe en el mundo del deporte, se estudia desde los años 80 y 90», explica Silvia Sedano, que sin embargo advierte de algo curioso:«Seguimos cometiendo el mismo error en la selección de deportistas».

Porque el efecto del trimestre de nacimiento tiene que ver con el modo en que se seleccionan los jugadores desde que se incorporan a las categorías inferiores. Esto es particularmente relevante en el fútbol, el deporte con mayor número de licencias en España y con un mayor afán por alcanzar buenos resultados desde la base, por llegar a categorías profesionales... «En losmomentos clave en los que se produce la selección de jugadores por parte de los clubes es cuando de nota ese sesgo», explica Sedano.«Cuando los clubes de elite eligen es en la edad en que coincide que unos jugadores tienen cuerpo de juvenil y otros, de la misma edad, parecen benjamines.Y es normal que destaque al ojo aquel que físicamente está más maduro».

Esto no es malo en sí, porque puede que técnicamente ese chico grande no tenga nada que envidiar al resto, pero se corre el riesgo de desatender a aquellos talentos que por su físico pueden pasar más inadvertidos si no cuentan con los minutos suficientes. Ejemplos hay muchos. El Barcelona de los 'bajitos', con Iniesta, Xavi,Messi y Pedro simultáneamente en el campo, era una alteración en una era de apuesta por el físico. En tiempos en que el Almería era archirrival del Real Valladolid de Mendilibar, cuando el ascenso de los récords, Roberto Olabe y Unai Emery formaron un equipo andaluz temible por su poderío físico, con Soriano como pánzer del centro del campo.

«Se tiende a seleccionar a jugadores que maduran antes físicamente», reitera Sedano. «Y además, con el afán resultadista, se conceden más minutos a los deportistas más desarrollados físicamente.Y de ese modo se introduce otro sesgo, porque tienen menos posibilidades de ser seleccionados y además tienen menos minutos en sus equipos», añade.

Sesgo sobre sesgo.Doble dificultad. Así que claro, es habitual que cuando uno del 'segundo semestre' despunte lo haga a fuerza de talento o desde un desarrollo físico precoz que le permita igualar la ventaja competitiva de sus compañeros. «Quedan camuflados, pero el que madura más tarde y sobrevive en ese mundo de sesgos suele ser muy bueno,porque ha tenido que competir con su carencia de físico con habilidad técnica, conocimiento táctico...», señala Sedano.

El Real Valladolid 2019-2020 confirma la tendencia, desde luego. De los 27 jugadores que militan en su primera plantilla, 19 nacieron en el primer semestre del año, con el primer trimestre claramente destacado con 13 jugadores, prácticamente la mitad de los que la forman. Entre abril y junio se suman otros seis. Y precisamente en junio no hay ninguno, circunstancia que se repite en los meses de octubre y noviembre.

En el tercer trimestre aparecen seis futbolistas: Míchel, Pedro Porro, Sandro,Waldo, Kiko Olivas y Fede Barba, repartidos equitativamente a dos por mes. Y en el cuarto tan solo aparecen dos, y curiosamente los dos en diciembre y nacidos en fechas festivas: El Hacen, en Nochevieja, y Antoñito, en Nochebuena.

Silvia Sedano ha trabajado en estudios similares sobre el fútbol femenino, por ejemplo, y se ha encontrado con la misma desviación estadística, lo que le lleva a proponer algunos cambios que reduzcan la intervención de esos sesgos a la hora de realizar la selección de talentos. No es fácil, advierte, porque algunas de las soluciones que se lanzan desde el ámbito académico supondrían desmontar todo el sistema de competición implantado.

«Algunas de las soluciones que se plantean son, por ejemplo, hacer cortes de edad que vayan cambiando, que no sea siempre el mismo corte de edad y que el nacido en diciembre sea el último para todo. También que los equipos, cuando hay varios dentro de un club, se hagan por edad biológica y no tanto cronológica. Que puedan competir los más maduros con otros más maduros». Evitar, en suma, que ese que aparenta 20 años deje de jugar con los de 12 y pase a competir con los más mayores. «Cosas que son difíciles de hacer porque cambiaría toda la estructura organizativa», admite la investigadora de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

A cambio, propone algo más sencillo en teoría pero que supondría una implicación importante de muchos actores de este mundillo. «La mejor solución es que las personas que seleccionan, ojeadores, técnicos, tengan en cuenta que existe este sesgo en la selección hacia los menos desarrollados físicamente porque no llaman la atención y juegan menos minutos, y por lo tanto tienes menos posibilidades de verlos en situaciones reales de juego, no solo en entrenamientos», propone.

Esto, que los clubes aún no tienen interiorizado, por lo que se deduce de los datos, puede provocar que por el camino se pierda talento. «Estamos dejando mucho talento oculto. Podría salir a la luz, pero cuando sale normalmente es porque es un gran talento que sobrevive en un entorno hostil», dice Sedano.

Lo curioso es que este sesgo afecta a todas las posiciones del campo salvo a dos, según el estudio de la UEMC: los extremos. «Existen diferencias significativas en la distribución de las fechas de nacimiento en todas las posiciones a excepción de las de los extremos derecho e izquierdo. En todas las demás posiciones aparece una sobrerrepresentación de los jugadores nacidos en los trimestres primero y segundo», explica el estudio. En el caso del Real Valladolid, ni siquiera. Waldo es el único nacido del segundo semestre que podría considerarse extremo puro.

Este sesgo por la edad se produce también en el ámbito académico, aunque de otro modo. «En colegios e institutos los nacidos en diciembre pueden tener peores calificaciones y a la hora de elegir carreras y demás les puede perjudicar», señala Sedano.En el artículo, los investigadores citan trabajos de otros científicos que abundan en estas conclusiones. «Las diferencias se ven reflejadas principalmente en variables como el desarrollo cognitivo, el logro académico, la autoestima, el rendimiento y el bienestar», explican.

«La clave es la concienciación de los profesores y, en el caso del deporte, de las personas que seleccionan. Los que se encargan del proceso de selección y de formación», asegura Silvia Sedano.

En sus conclusiones, los investigadores indican que, a mayor nivel competitivo, mayor es el efecto relativo de la edad, «algo lógico si se tiene en cuenta que el proceso de cribado es más exigente». Así que en el fútbol, dada la velocidad a la que se mueve el ámbito profesional y las injerencias de actores de todo tipo, desde representantes hasta ojeadores o patrocinadores, parece poco probable que esta tendencia que alimenta la prisa por descubrir al nuevo talento vaya a cambiar a corto plazo.