Pacheta quiere firmes a los jugadores del Real Valladolid

Los más puntuales los porteros, los primeros en saltar al campo, una charla distendida y comienzan los primeros ejercicios de la mañana, bajo la atenta mirada de José Manuel Santisteban, entrenador de porteros.

Poco a poco la zona de llena de curiosos, se suman rápidamente los chavales del campus que entrenan en uno de los campos contiguos. En unos minutos no queda espacio libre en la zona de entrenamiento en una mañana que comienza con temperaturas suaves pero en la que pronto empieza a pegar el sol.

A las 10:40 horas salta al campo el resto de la plantilla. Breve sesión sobre el césped para Fede San Emeterio, Óscar Plano y Víctor García. Toni Villa completa el entrenamiento al margen con ejercicios de recuperación.

Pacheta y su cuerpo técnico dividen la mañana en cuatro fases, una primera de calentamiento con balón, con especial interés en la precisión del pase y el juego al primer toque. Una segunda fase con aumento de intensidad, un rondo por parejas. La tercera fase pone en práctica el presión en la salida del rival y el rápido rearme ofensivo tras recuperación. Se escuchan los primero gritos de Pacheta, no quiere que nadie pierda la marca y busca velocidad en el juego. La cuarta y ultima fase consiste en partidillos en un cuarto de campo de cinco minutos a gran intensidad, formato triangular, cuatro equipos que juegan todos contra todos. Se respira un ambiente distendido, pero sin perder la concentración y las ganas.

Los juveniles Aceves, Fresneda, David Torres, Garri, Chuki y Arroyo volvieron a ejercitarse a las ordenes de Pacheta. Con un papel destacado para Arroyo, quien se mantuvo muy enchufado durante todo el entrenamiento.