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El peor escenario para un entrenador pasa por la derrota en casa con silbatina de la propia hinchada. Eso le sucedió a José Rojo 'Pacheta' el pasado viernes frente al Athletic Club. La superioridad del cuadro bilbaíno dejó en evidencia a un Real Valladolid inane ... en su juego y con reacción tardía del entrenador para acometer varios cambios necesarios. Pacheta, que trata siempre de controlar sus mensajes en las ruedas de prensa, dejó respuestas ásperas tras el 1-3 en el José Zorrilla.
«El equipo no se ha encontrado», le apuntó un periodista. «¿No se ha encontrado...? Creo que hemos hecho un esfuerzo tremendo, pero nos hemos enfrentado a un equipo más fuerte y más rápido que nosotros». Y tocó rápidamente a rebato: «Nos va a tocar sufrir mucho. Mucho. Y todos juntos, eh. Lo llevo repitiendo desde hace un año y medio».
Para Pacheta las ruedas de prensa pospartido suponen una prueba de fuego, especialmente cuando se producen tras una derrota con mala imagen. El técnico suele emplear un truco, aunque no siempre le funciona, para templar los ánimos. Antes de salir ante los medios, se concentra en su despacho y respira profundamente «de ocho a diez veces». «Me sienta muy bien porque me llega el oxígeno a la cabeza, me recargo de oxígeno. Tenemos que relajarnos antes de la contienda ante los medios», apunta el actual entrenador del Real Valladolid en el libro 'Un equipo honesto', publicado en febrero de 2021. «Porque el mayor peligro para un entrenador es la rueda de prensa, antes o después de los partidos. Sobre todo, en momentos de crisis. Ahí te la juegas y es cuando más calma debes mostrar. Por eso has de tener la mente clara y dos o tres mensajes principales bien preparados», añade en el citado volumen, escrito en forma de conversación con el economista y experto en liderazgo Juan Carlos Cubeiro.
Sin embargo, ese sosiego no siempre resulta posible. Pacheta se encrespó con las preguntas del pasado viernes, especialmente cuando salieron a colación los pitos y la mala imagen del Pucela en casa. El entrenador del Real Valladolid se mostró hosco por momentos. «Ya he dado la explicación antes a sea pregunta. Creo que el equipo se ha dejado el alma. Ya he hecho el análisis antes», inició otra respuesta. «O vamos juntos todos o estamos liquidados. Yo tengo claro el camino. Sigo, sigo y sigo. ¿Hemos hecho perdido un partido para perder 1-3? Los momentos no nos sonríen. No tengo nada que reprochar a los que han jugado. El responsable de todo esto soy yo».
Las preguntas tras la derrota (y los pitos) ante el Athletic escocieron a Pacheta. Al técnico le molestó que se le inquiriese si el parón liguero le resultará «duro» al equipo, que tendrá que visitar al Real Madrid dentro de dos semanas.
«¿Duro? Es un parón más. Estamos con 28 puntos en 26 jornadas. A seguir. Tengo la sensación de haber visto a un Athletic muy potente y nosotros hemos sufrido mucho. Ahora el míster será un cebollo porque el míster hace mal los cambios y la alineación... Es normal cuando pierdes, pero voy a seguir con el mismo mensaje y la misma manera de trabajar», sostuvo.
Pacheta desliza una frase rotunda en el libro 'Un equipo honesto': «Las ruedas de prensa después de los partidos tendrían que estar prohibidas. No estamos frescos en ese momento». Concienzudo y metódico, el técnico del Real Valladolid no desea dejar cabos sueltos en sus comparecencias públicas. Y las declaraciones en caliente suponen un riesgo evidente para que la situación se descontrole. En el documental 'El Míster', emitido el pasado lunes en Movistar +, Pacheta ahondó en esta cuestión: «La rueda de prensa es la silla más peligrosa de un entrenador. Puedes meter la pata y no salir de ahí. Meterte en un charco demasiado importante sin tener necesidad. Tenemos que llevarlas preparadas e ir con un mensaje claro».
Esta situación resulta más fácil cuando se trata de una comparecencia prepartido. El jefe de prensa del club blanquivioleta, Mario Miguel, expone a Pacheta cuáles son los asuntos que, previsiblemente, saldrán a colación por parte de los periodistas. El entrenador toma nota y prepara las respuestas: «Yo leo y escucho poco. Me lo filtra todo Mario, pero estoy informado de todo. Si hay algo que hace daño a los jugadores o a mí, salgo al frente. Pero si hay un asunto que Mario no ha controlado, voy a volcar. No me puede sorprender algo que haya pasado entre semana», detalló Pacheta en 'El Míster'.
En sus inicios como técnico, Pacheta contemplaba a los periodistas «casi como una amenaza», según indicó en su comparecencia prepartido del pasado jueves. Sin embargo, con el paso del tiempo considera a los informadores como aliados para que cale su ideario. «Hace años que os tengo como amigos a los que debo envenenar con mi mensaje para llegar a la gente. Sois la clave para que la gente venga animosa a la estadio. El mensaje que yo lanzo aquí [en la sala de prensa] debe verse reflejado en lo que hace el jugador en el terreno de juego. Ahí me siento cómodo. Si no consigo que el jugador emocione a la afición, estoy haciendo algo mal. Pero algo bien estamos haciendo cuando viene tanta gente a Zorrilla. Nunca ha venido tanto público seguido al estadio. Vosotros [los periodistas] sois partícipes de ello. Por eso doy mucha importancia a las ruedas de prensa y a venir con un mensaje claro. Si vengo con las cosas maduras es más difícil el error. Aquí lo que prima es no meter la pata. Todo tiene su importancia y las ruedas de prensa también», subrayó el pasado jueves.
Pero las derrotas con pitos nublan la mente. Cuando Pacheta se presentó como nuevo técnico del Real Valladolid en junio de 2021, afirmó con rotundidad: «Invito a que la gente venga a Zorrilla: van a disfrutar. El día que no sea así, llegaremos aquí y diremos 'hemos preparado una de indios'. No puedo contarte algo que tú no hayas visto y que solo haya visto yo». Con la afición decepcionada tras la mala imagen mostrada ante el Athletic y en contra de la opinión dominante, Pacheta sostuvo el viernes: «Yo creo que hemos hecho cosas bien en muchos momentos, aunque en otros no».
El 1-3 irritó a Pacheta porque las derrotas con mal fútbol siempre duelen. Pacheta lo expone claramente con el tono reposado de la conversación impresa en el libro 'Un equipo honesto': «Yo en la derrota te confieso que soy inaguantable. No soy capaz de gestionar bien la cabeza […]. No hablo con mis amigos ni con mi familia, con nadie, hasta entender realmente qué ha pasado. Cuando analizo bien el partido y encuentro los errores que nos han llevado a perder, ya me vuelvo otra vez un tipo sociable. […] Tras la derrota no me concedo ni a salir a cenar con la familia, no me lo permito. Hasta que se me pasa porque he encontrado la solución».
Previsiblemente, se verá a un Pacheta más afable en la próxima rueda de prensa. Su mensaje resultará más medido y conciliador con las pulsaciones bajas. Ahora le urge encontrar algún antídoto táctico a los males que aquejan al Pucela. Solo así los pitos se convertirán en vítores.
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