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Hay un dicho futbolístico que pone de relieve los problemas que suelen tener los jugadores de mentalidad ofensiva para defender. Y Óscar Plano cumple perfectamente ese axioma.
El madrileño cometía a los 5 minutos un penalti de esos que se califican de alevines: intentó despejar ... con su pierna buena, la izquierda, en una posición antinatural para evitar hacerlo con la menos buena. No le dio a la pelota y el balón acabó dando en el brazo derecho del futbolista pucelano. Un penalti poco dudoso, que necesitó del VAR, pero porque el árbitro, Jaime Latre, es muy flojo y prefiere siempre tener la red del video arbitraje.
No es el primer penalti que comete el bueno de Plano, que en el primer año en Primera ya cometió dos por llegar atrde a defender o por intentar despejar un balón sin medir el espacio. El de hoy ha sido producto, sobre todo, de su deseo de jugar por la derecha siendo zurdo. Esa circunstancia le coloca en defensa en situaciones en las que solo puede utilizar su pierna menos dominante. Y esta es la consecuencia.
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