Un obrero del fútbol
Pausa de hidratación ·
Tenga quien tenga delante, Javi Moyano siempre acaba haciéndose un hueco como titularSecciones
Servicios
Destacamos
Pausa de hidratación ·
Tenga quien tenga delante, Javi Moyano siempre acaba haciéndose un hueco como titularHay debates de barra que en un vestuario ni se plantean. Casos flagrantes para el aficionado que al entrenador de turno no le ocupa un solo segundo en su preparación de partidos. Me refiero a ese perfil de jugador, muy afín a los preparadores que ... ven en ellos una extensión en el campo, que independientemente del número de jugadores que llegan a su puesto cada temporada acaban jugando el mismo número de minutos y partidos. Ya puede tener galones de internacional la competencia que, pasada la ola de admiración, juegan sí o sí no solo por méritos propios, que también, sino por todo lo que ofrecen y no ven los aficionados de barra. El perfil de jugador de club, fiel y disciplinado que nunca llega al 7 pero nunca baja del 6 es el favorito de los técnicos. Y en ese contenedor se encuentra Javi Moyano, que a la chita callando ya se encuentra esta temporada entre los nueve jugadores con más minutos de la primera plantilla del Real Valladolid.
El capitán se ha hecho a sí mismo sin salirse ni un solo milímetro de su camino hasta conseguir debutar en Primera a los 32 años. Uno más cuando tocaba en la campaña del olivo en su Jaén natal, siempre ha tenido claro el terreno que pisa y las virtudes que le adornan –también las que no le adornan–. «Mi primer sueldo, 600 euros cuando jugaba en el Jaén que para mí era lo máximo, iba para el bote de casa», reconoce en una entrevista publicada hoy en El Correo.
Baloncesto
Desde que tengo uso de razón baloncestística me he declarado fan incondicional de Aíto García Reneses. Sin prejuicios. Nunca me ha importado que, a sus 72 años, no haya sido capaz (aún) de llevar una Copa de Europa a sus vitrinas, y tampoco he diferenciado entre sus etapas en el Joventut, Barcelona, Málaga, Gran Canaria o en la selección española. También soy admirador del Aíto entrenador del Alba Berlín. Incluso del Aíto ingeniero de Telecomunicaciones que animó a la liga en los años setenta a adquirir marcadores de posesión. Aunque entiendo perfectamente a los resultadistas –ya son legión–, es algo que escapa al hecho de levantar títulos. Mi admiración se extiende a todos esos técnicos capaces de hacer mejor de lo que son a sus equipos a final de cada temporada y, sobre todo, hacer mejores a los jugadores que empiezan a moldear en pretemporada.
En su caso es fácil mencionar ejemplos como los de Pau Gasol, Navarro, Porzingis o Ricky Rubio, pero no tanto otros que han pasado inadvertidos a ojos del aficionado. Si por algo se ha diferenciado del resto de técnicos es por hacer pensar al jugador dentro de la cancha. En una interesante entrevista concedida esta semana a 'El País' le recuerdan la etapa en la que recomendó a Edy Tavares, el actual siete pies del Real Madrid, que se hinchara a hacer sudokus, o en la que animó a Xavi Fernández a practicar el ajedrez. Se trataba de remover algo ahí dentro. No se limita exclusivamente a la pizarra, aunque en esto también sea cum laude. Equipos de autor como aquel Joventut de Ricky y Rudy o la selección que arrinconó al Dream Team americano sin necesidad de recurrir al 'catenaccio griego' en los Juegos Olímpicos de Pekín permanecerán en el imaginario colectivo del baloncesto español por los siglos de los siglos.
Amén.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.