«Solo venderé el club si alguien garantiza su viabilidad para los próximos 90 años»
Carlos Suárez, presidente y máximo accionista, confía en que la plantilla luche hasta el final por el ascenso y cree que el proyecto actual dará sus frutos
Arturo Posada
Viernes, 24 de marzo 2017, 20:13
Carlos Suárez (León, 1968) sigue adelante con su proyecto de devolver al Real Valladolid los brillos de épocas pasadas. El presidente, «con más fuerza que nunca», se muestra optimista, a pesar de las persistentes dificultades. En medio de la lucha deportiva del equipo, empiezan a sonar tambores de compraventa del club que Suárez niega. Solo una oferta que garantizase de manera rotunda la viabilidad del club a largo plazo le haría plantearse su continuidad al frente de la entidad blanquivioleta.
El equipo afronta el tramo decisivo de la campaña. ¿Cómo lo ve?
Nuestro objetivo ha sido siempre llegar a los últimos diez partidos en situación de pelear el play-off. Se hizo un cambio radical de la plantilla y se varió el plazo del proyecto. El equipo se ha mostrado irregular durante la temporada. En Alcorcón se produjeron cambios para jugar de otra manera en el caso de que nos metamos entre los seis mejores, algo que podemos conseguir. Veo al equipo con ganas, ilusión, comprometido y unido. Eso, al menos, da la tranquilidad de que lo pelearemos.
¿Vivió con mucha tensión el último partido ante el Alcorcón?
Estaba convencido de que el equipo respondería. Encajamos un gol pronto por un bloqueo en una acción a balón parado, pero los jugadores tenían claro lo que debían hacer. Pensé que el equipo levantaría el partido, como así fue. Sin jugar bien, el resultado pudo ser infinitamente mejor.
¿En algún momento de la temporada ha pensado que el proyecto se tambaleaba?
No. Como decía un presidente de esta casa todo lo que pasa conviene. Mis sensaciones sobre el proyecto han sido las mismas del minuto uno. He dicho en público y en privado que este equipo peleará el play-off. Estoy convencido de que lo conseguirá. Si no sucede así, haber estado a punto de lograrlo en un año en el que se ha incorporado tanta gente nueva, no sería el peor resultado. No tengo miedo de que suceda lo del año pasado.
¿Qué le dijo a la plantilla tras el 0-4 frente al Levante?
Que son ellos los que tenían que sacar conclusiones. Pero no se trata de lo que yo dijera, sino de lo que habló todo el mundo. Estuvimos todos juntos. Así hacemos las cosas ahora: en equipo.
¿Ha llegado a estar realmente en peligro el puesto de Paco Herrera como entrenador?
No. A Paco le pedimos en su momento que hiciera un trabajo. Él mismo ha visto que había que tocar algo para conseguirlo. Dentro de las muchas variantes de que dispone, efectuó cambios y salieron bien. También queda claro que las cosas no se construyen en un día. Cuando alguien pone soluciones a los problemas, su puesto no puede correr peligro.
¿Le gustaría que hubiese renovado ya?
Él entiende que hay cierta presión. Más allá de que tengamos su palabra, no quiere forzar una renovación si las cosas no salen bien. Se ha autoimpuesto la exigencia de competitividad para esta temporada. Estamos tranquilos. El año pasado llegamos a un acuerdo con él en marzo. Mantuvo su palabra, a pesar de que le llamaron equipos importantes, incluso alguno que ahora va líder [Levante].
¿Qué supondría para el Real Valladolid no entrar en el play-off?
Más de dos millones de euros menos.
¿Se puede permitir el club no ingresar ese dinero?
El club cumplirá con sus compromisos. Si recaudamos menos, habrá menos potencial económico para la plantilla y más riesgos de que no salgan los resultados deportivos. El club tiene su viabilidad asegurada, siempre que, al menos, estemos en Segunda División. Cuando terminemos de pagar los errores pasados y situaciones heredadas, el club volverá a ser competitivo y tendrá mucho futuro.
¿Cuánto tiempo puede aguantar el Real Valladolid así?
Mientras juegue en Segunda, puede aguantar per secula seculorum. Pero no es el objetivo, claro. Lo digo más como abonado que como presidente. Como empresa, se trata de gestionar de la mejor manera, garantizar la viabilidad y que no desaparezcan 90 años de historia. Pero como abonado del Real Valladolid, no me planteo ver a mi equipo siempre en Segunda División. Sería muy aburrido.
¿Cómo está de fuerzas?
Estupendamente. Y más después de haberme recuperado de mi situación personal del año pasado. Tengo más ganas y más fuerza que nunca. Cuando uno se lleva un susto, ve las cosas de forma distinta. He aprendido a vivir de otra manera.
¿Distinta significa más distancia y tranquilidad?
O más experiencia. Cuando uno está un montón de tiempo centrado en su trabajo, no piensa que en la vida pueden suceder muchas más cosas, y algunas que no te gustan. He aprendido a ver todo de otra forma. Probablemente con más objetividad y asumiendo los momentos malos de una manera distinta. Echo la vista atrás y aquí seguimos. Nos queda mucho tiempo de estar vivos como club. Llegará un momento en el que pasará esta situación económica y volveremos a ser un Real Valladolid competitivo. En una empresa se considera que uno es buen gestor si recorta, plantea la viabilidad, repaga la deuda... En el fútbol, si reduces para pagar deuda y garantizar el futuro, es que no gastas en plantilla y lo haces fatal.
¿Le duele que se haya puesto en cuestión el proyecto por los baches de esta temporada?
No es lo mismo lo que se piensa tras perder un partido que el martes o miércoles siguiente. Desde la calma, creo que a la gente le gusta este proyecto. Es el mismo que planteamos con Djukic y que se rompió cuando se fue al Valencia. Entonces funcionó. Luego, las prisas por ascender nos llevaron a cometer muchos errores y a precipitarnos. Ahora, planificamos el club con la idea que tenía el Real Valladolid antes de la guerra de la televisión, de que esto fuera un asunto económico. Contamos con una participación importante de la cantera. El trabajo abajo es fundamental y el club se está implicando mucho en la ciudad. Arriba, en la cumbre, donde deben cristalizar resultados, hay que tener paciencia. Es normal la decepción después de un mal partido, pero no creo que el proyecto esté en duda.
En julio hará seis años que compró el club. ¿En algún momento ha pensado en venderlo?
No. Ya he comentado que estoy dispuesto a estudiar lo que sirva para mejorar. Si no es para garantizar los próximos 90 años del club, no lo haría. No, por mucho dinero que ganara.
¿Le ha llegado alguna oferta para vender?
No.
Si quisiera hacerlo, ¿habría compradores?
No lo sé. Estamos intentando meternos en play-off y asentar el proyecto. Ahora no toca hablar de ventas ni de nada. Toca hablar del Nàstic.
Su idea inicial era que le acompañaran otros inversores para fortalecer económicamente al club. No ha sido así. ¿Por qué?
Dejé abierta esa posibilidad. Imagino que estar en Segunda dificultará las cosas. Cuando compré el club, había una deuda y ahora estamos por debajo de la mitad. Se está regularizando la situación patrimonial a marchas forzadas y el trabajo se hace bien para garantizar el futuro de la entidad. Se actúa con prudencia.
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