La cobra y el pagafantas

Así me siento yo con el Pucela. Después de empezar con un juego valiente y bonito, con un fútbol rápido, con desmarques y combinaciones, vemos a Becerra hacer la cobra. Y al resto se le queda la cara de Pagafantas. Y cuando digo Becerra, puedo decir Juan Villar. El caso es que en Córdoba perdimos dos puntos en ambas áreas.

Ya he dicho varias veces que los goles no se merecen, se marcan. Es indudable que los resultados no están siendo justos con nuestro fútbol, pero eso no debe ser excusa para pensar que estos terminarán llegando sin más. Hay muchos equipos que no han logrado su objetivo, pese a ser muy vistosos en su juego. Al final, cuando los resultados no llegan, pierdes la fe, esa misma que es capaz de mover montañas.

El pagafantas, en las películas, suele ser un tipo simpático con el que empatizas desde el primer momento. El chico no deja de intentarlo pese a los continuos reveses que se lleva. Quizá sea por eso que al final de la película triunfa el amor. Y eso siempre ocurre después de que todo parezca perdido. No es el caso en la actualidad, es decir, no está todo perdido y espero que no estemos en esa situación para tener que reaccionar.

Ojalá ese momento de Regreso al futuro en que Marty McFly (pagafantas de manual) se pelea con Biff Tunnen en el aparcamiento ya haya pasado y ya empiece a aparecer el escudo del Real Valladolid en la foto de los equipos en Primera en la 2017-2018. Cuando eso pase y haya que buscar el himno del ascenso, espero que este año se lo encarguemos a Chenoa.