Moyano controla el balón ante Juli.
Real Valladolid

Portería y goles, asignaturas pendientes

La plantilla reconoce que debe mejorar en la defensa de lass acciones a balón parado y tener más verticalidad y profundidad en ataque

Arturo Posada

Lunes, 31 de octubre 2016, 10:51

El punto obtenido por el Real Valladolid en Córdoba dejó una sensación «rara» en la plantilla blanquivioleta, según la definición del lateral Lucho Balbi. «Al haber empatado el anterior choque, pensábamos en ganar como visitantes. Sin embargo, no se pudo», apuntó el argentino. Él y ... el resto del vestuario valoran el empate, pero también se muestran consciente de que queda mucho camino por recorrer. Los desajustes aparecen en las dos áreas, especialmente en la zona defensiva, donde el conjunto de Paco Herrera no acaba de corregir el recurrente problema de las acciones a balón parado sobre el área de Isaac Becerra. La plantilla asume la necesidad de mejorar en este aspecto, pero, como señala Javi Moyano, tampoco debe caer en una «psicosis».

Publicidad

«No podemos defender cada jugada de este tipo pensando que tenemos un problema porque sería contraproducente para nosotros. Sin embargo, sí debemos ser claros y sinceros, y asumir que el equipo, en esa faceta, tiene que mejorar», apunta Moyano. Para evitar sufrimientos, el lateral derecho sigue la misma línea que ha marcado el entrenador en sus comparecencias: los futbolistas del Real Valladolid deben evitar cometer faltas cerca de su área y, en la medida de lo posible, mandar el balón por la línea de fondo. «La primera premisa es no conceder muchas ocasiones a balón parado y, a partir de ahí, el equipo irá mejorando», certifica Moyano.

Los problemas en la defensa de los saques de esquina quedan en evidencia con las salidas en falso de Isaac Becerra, un portero con un alto grado de autoexigencia que ahora atraviesa un periodo de dudas del que él mismo intenta salir. Paco Herrera declaró tras el partido en Córdoba que Becerra brilló la pasada campaña como guardameta del Girona porque contaba con «tres centrales de 1,90 que le sacaban todo». Su titularidad está en juego.

Los jugadores y el entrenador son conscientes de que el portero se equivoca en muchas de sus salidas, pero sus compañeros le arropan públicamente. «Pienso que no está nervioso», señala Joan Jordán. «Sabemos lo gran portero que es y todo el mundo confía en él. Él mismo confía en sí mismo. Creo que está bien. No tengo dudas».

Moyano cree que el problema en la defensa de las acciones ensayadas por los rivales no se debe a un problema de concentración colectiva y recuerda que el Real Valladolid «estuvo muy enchufado en cada acción» de la primera parte en El Arcángel, hasta que llegó el gol del Córdoba tras un saque de esquina. «Ganamos todas las segundas jugadas, prácticamente todos los duelos, y salimos vencedores en los balones divididos. Sin embargo, sí encajamos un gol a balón parado y eso es algo que se está repitiendo a lo largo de la temporada».

Publicidad

De la misma opinión es Míchel Herrero, autor del gol pucelano el pasado sábado. «Quitando el balón parado, no nos hicieron peligro. Desde luego, tenemos que seguir mejorando en esa faceta, porque siempre tenemos problemas».

Luciano Balbi recuerda que el Real Valladolid se esfuerza «día a día» para tratar de corregir los fallos. «Seguimos cometiendo algunos errores, pero también sabemos que el rival trabaja para hacer goles a favor con la pelota parada».

Publicidad

El delantero Jaime Mata pide extremar la atención en este punto, el gran agujero por donde los contrarios clavan el puñal una y otra vez. «Es la única manera que tienen los otros equipos de hacernos daño cuando tenemos la posesión de la pelota y el control del partido. Es lógico que llegue desde ahí».

Los problemas se extienden también a la otra orilla del campo. El Real Valladolid había encontrado una fórmula para generar ocasiones de manera más o menos continuada, pero la lesión de Jose Arnaiz ha abierto un boquete arriba que tratan de cubrir jugadores como Jaime Mata, titular en Córdoba, Raúl de Tomás o Dejan Drazic. Sin embargo, el gol se les negó a todos ellos el sábado.

Publicidad

«Yo intenté dar lo máximo en Córdoba, pero está claro que, al final, llevo un mes y medio parado y el plano físico se tiene que notar en cierto modo. Pero me sentí a gusto. Me adapté bien al juego y pude aportar cosas», desgrana Mata.

El delantero asumió con profesionalidad su salida de las convocatorias antes de volver al once. «Desde que he llegado al fútbol profesional, todo me estaba yendo muy bonito, todo era de color de rosa, pero esta es también la verdad del fútbol. Hay que asumirla como tal y trabajar para cambiarla. Es lo que estoy haciendo. Espero poder repetir en muchas convocatorias, jugar muchos partidos como titular y ayudar al equipo».

Publicidad

Joan Jordán, uno de los jugadores más preclaros del Real Valladolid sobre el césped, vio al equipo blanquivioleta «con poca profundidad» en la primera parte ante el Córdoba. «Nos faltó verticalidad, pero gol de Míchel nos dio la vida justo antes del descanso. En la segunda mitad, pese a no tener tanto el balón, ganamos en profundidad. Tampoco dispusimos de demasiadas ocasiones, pero la de Juan Villar fue muy clara. En otro momento igual entra».

Jaime Mata también se muestra consciente de que, arriba, el Real Valladolid debe mostrarse «con un pelín más de profundidad para generar más ocasiones».

Balbi fue de la misma opinión: «Siempre hay que mejorar. Somos conscientes de que nos faltan muchas cosas para situarnos arriba, pero trabajamos para ello».

Noticia Patrocinada

Mejoría partido a partido

Míchel Herrero cazó el gol blanquivioleta «en el mejor momento», según sus propias palabras. «Irnos perdiendo al descanso nos habría matado anímicamente, pero tuvimos la suerte de robar un balón y marcar. Personalmente, estoy contento porque ya tenía ganas de ayudar al equipo con algún gol. Colectivamente, no tanto porque quería haber sacado los tres puntos, pero sumar fuera de casa es bueno».

Míchel Herrero es uno de los ejemplos de cómo se ajustan gradualmente las piezas del Real Valladolid en el dibujo 4-4-2 romboidal. «Yo estoy muy a gusto. El míster ha encontrado el sistema que mejor se habitúa al equipo. Creo que lo vamos haciendo bien en cada partido, aunque debemos seguir trabajando».

Publicidad

El centrocampista valenciano demostró que el trabajo en la presión ofrece réditos en forma de puntos: le quitó la pelota al lateral Caro cerca del área de Pawel y logró el tanto blanquivioleta que permitió al equipo pucelano sumar por cuarto partido consecutivo. «Presionas y presionas y, al final, tienes recompensa. Es gratificante. Robé el balón, me fui hacia la portería contraria rápidamente y vi que estaban [Jaime] Mata y Juan [Villar] preparados para recibir el pase. Sin embargo, los defensas me taparon esa opción y dije pues chuto a portería a ver si tengo suerte. Entró».

El gol y el asentamiento de Herrero fue una de las noticias positivas del Pucela en Córdoba, pero no oculta la necesidad de corregir los problemas que aparecen en las dos áreas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad