Sisi vuelve a estar en la agenda blanquivioleta

Desde que en 2012 dejara la disciplina blanquivioleta, Sisi ha militado en Osasuna, Suwon (con el que ascendió a la primera división coreana), y el Lech Pozman polaco. Con los navarros el albaceteño sufrió dos graves lesiones en las rodillas, que le mantuvieron tiempo en el dique seco. Recuperado completamente, probó suerte en la liga coreana. Allí, en un fútbol muy físico, no tuvo problema alguno con las articulaciones, pero cuando fichó el invierno pasado por el conjunto polaco empezó a sentir molestias que no le dejaron rendir.

El futbolista, que en abril cumplió 30 años y es muy consciente de que para rendir a alto nivel ha de estar muy bien físicamente, se sometió a finales de primavera a varias pruebas en Barcelona y allí le descubrieron que las molestias tenían su origen en unos desprendimientos cartilaginosos que no se apreciaban en las pruebas radiológicas. Subsanado el problema, el extremo está ya en el último escalón de la rehabilitación y con la rodilla plenamente recuperada.

Es, precisamente, el historial de lesiones (el club se resisitió a ficharle en invierno alegando ese motivo) el principal punto negativo que tiene el futbolista en su haber, aunque a su favor posee muchos más. Sisi es un jugador muy querido por la afición por su capacidad de entrega y lucha, por su rapidez, por su versatilidad (ha jugado de lateral, de extremo en ambas bandas y hasta de media punta), y por su amor a la elástica blanquivioleta. Su contratación sería, previsiblemente, muy bien recibida por los seguidores.