«Gracias. Ha sido un honor»

Portugal se sentía capacitado para seguir «con una buena labor» pero se va con la «sensación de orgullo por haber formado parte de la historia del club como jugador y entrenador». El míster se despide de toda la parroquia vallisoletana mostrando «su más incondicional apoyo y su máximo respeto y cariño por el trato recibido».

De estos meses como entrenador del Real Valladolid destaca el trabajo y el compromiso de sus futbolistas agradeciéndoles que con «su fe me han ayudado a sacar al equipo de los puestos de descenso para dejarlo cerca de los de promoción». Para Portugal, la suerte ha sido esquiva al Real Valladolid durante su etapa al frente del equipo y señala que «el fútbol está en deuda con este entrenador y con este equipo...».

A la afición, «gran damnificada por esta irregular temporada», Portugal le pide un último esfuerzo «para seguir apoyando al equipo de su corazón». Agradece el trato a la directiva, a los jugadores («¡qué coraje!») y a los medios de comunicación «por su respeto y crítica constructiva».

Portugal se siente en deuda y le pide al futuro que «me permita devolver el cariño recibido». Mientras ese día llega el entrenador se marcha con un sincero: «Gracias. Ha sido un honor».