El Real Valladolid se vuelve a estrellar

El Real Valladolid visitaba a Osasuna con la misión de cortar una racha de cuatro consecutivos perdidos y dando una muy mala imagen. Para este partido Portugal recuperaba en defensa al griego Nikos, pero no podría contar con Roger en la delantera.

También se especulaba con que el técnico jugara con una defensa de cinco, pero finalmente apostó por jugar con cuatro defensas. Cualquier resultado que no fuera la victoria sería malo para el Real Valladolid.

Comenzó el partido y el conjunto pucelano perdió el balón nada más sacar de centro. Osasuna tenía claro cual era su trabajo y lo ejecutó a la perfección. La presión desde el saque de portería era perfecta para obligar a los pucelanos a dar pelotazos e impedir el juego con sus mediocentros.

De esta manera el cuadro rojillo se hizo con el control del esférico y del partido, teniendo multitud de ocasiones para adelantarse en el marcador, pero la solidez defensiva del Valladolid lo impedía y además los jugadores de Osasuna no estaban acertados en el remate.

El Real Valladolid no sabía que hacer, no encontraba la manera de pasar de su campo con el balón controlado y Osasuna lo supo aprovechar para llevar peligro sobre la portería de Kepa. Primero, Torres avisó con un disparo desde la frontal que se marchó fuera por poco al comienzo del encuentro. Después sería Urko Vera quien tuviera el gol con un remate de cabeza que saldría rozando el palo.

El pucela no sabía por donde le venía el peligro, tan solo trataba de achicar y tratar de salir a la contra.

Osasuna rondaba el gol y lo encontró en el minuto 34. En el único fallo de la zaga blanquivioleta en la primera mitad, Marcelo Silva peinó un balón hacia atrás que aprovechó Nino para cabecear al fondo de las mallas.

Una vez más los fallos condenaban al Valladolid que se veía por debajo en el marcador. Pero esta vez, no bajó los brazos y el tanto recibido despertó al conjunto pucelano que consiguió encerrar a Osasuna el resto de la primera mitad, aunque a la contra los rojillos seguían generando mucho peligro.

Nino tuvo la sentencia en sus botas, pero ahí estaba Kepa desbaratar la ocasión y salvar al Real Valladolid.

A pocos minutos para el descanso, Juan Villar tuvo el empate en dos ocasione muy claras. En la primera, el onubense remató fuera y en la siguiente siquiera acertó a impactar con el balón tras un centro de Mojica.

Cuando mejor estaba el Real Valladolid, el colegiado decretó el descanso. Osasuna se salvaba del acoso pucelano en los instantes finales.

En la segunda mitad todo comenzó igual, por desgracia. Se esperaba que el cuadro pucelano saliera a morder, pero volvió a verse superado por la presión de los locales.

En la primera llegada con peligro de Osasuna, Nino cayó dentro del área y reclamó penalti, pero el colegiado no lo pitó. Ahí acabó el partido.

Los cambios se sucedieron y Osasuna se encerró atrás, con una defensa de cinco hombres. Los cambios de Miguel Ángel Portugal, sin embargo, no parecían aportar nada nuevo al juego de los suyos.

Tan solo un fallo en la defensa de Osasuna permitió al Real Valladolid rozar el empate. Villar, una vez más, aprovechó una mala salida de Nauzet para picar el balón, pero la defensa rojilla despejó el peligro casi bajo palos. Esa fue la mejor ocasión blanquivioleta en el partido.

El árbitro decretó el final, el Sadar celebraba el fin de una racha. Mientras, el Valladolid se hunde un poco más en la liga, se queda sin objetivos y tan solo queda acabar la temporada de una manera digna para preparar la próxima concienzudamente.