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Fernando Bravo
Viernes, 22 de enero 2016, 08:31
El ascenso con los 88 puntos de Mendilibar y 29 jornadas en la cabeza de la tabla, logrado en la temporada 2006/2007, era ya historia. Cuatro temporadas después, de nuevo en Segunda, la competición se había iniciado con Antonio Gómez Pérez en el banquillo. ... Tras 14 partidos, dejó la responsabilidad en manos de Torres Gómez, un tránsito de una jornada, hasta que llegó Abel Resino. El tercer míster no pudo enmendar la deriva pucelana y terminó la primera vuelta en la 12ª posición de la tabla, con apenas 26 puntos. La peor clasificación, a esas alturas, conseguida por el Real Valladolid en Segunda División en lo que va de siglo.
El domingo, los de Portugal maquillaron la alarmante primera vuelta de esta segunda temporada consecutiva en la Liga Adelante con tres puntos que apenas suman 28, dos más que el nefasto hito de 2011. El Real Valladolid, además, ha terminado el primer ciclo de la temporada en el mismo 12º puesto que logró con Resino hace un lustro.
De una u otra manera, el Real Valladolid está obligado a cambiar el gris comienzo de la temporada el próximo domingo, tras su encuentro en Zorrilla con el colíder de la clasificación el Córdoba que ocupa el segundo puesto de la tabla, empatado a puntos con el Alavés, líder de Segunda debido a su mejor golaverage.
Empatado a casi todo
El Pucela ya no podrá mantener la reveladora igualdad de los guarismos de su clasificación: 7 victorias, 7 empates y 7 derrotas, que le colocan a medio camino entre el ascenso a Primera y el descenso a Segunda B, a 6 puntos del play-off de ascenso y a 8 de los puestos de descenso. Está empatado, además, a puntos con el 13º Tenerife y con un punto menos que el 11º Mirandés.
28 puntos para 79
La mediocridad que reflejan los números está reñida con las aspiraciones de jugar en Primera. El problema del Real Valladolid es que, transcurrida la mitad del campeonato, ha sumado poco más de un tercio de los puntos que necesitaría para lograr el ascenso directo a Primera, si se toma como referencia la media de las seis campañas que el Real Valladolid ha militado en Segunda División en lo que va de siglo. Esa media es unas décimas superior a los 79 puntos. Los de Portugal necesitarían, por tanto, sumar 51 puntos en 21 partidos para un presumible ascenso directo.
En la temporada 2004/2005, el ascenso directo se logró con 76 puntos. En la 2011/2012, costaba 85 y, aunque el Real Valladolid sumó 82, logró el ascenso a través del play-off.
En lo que va de siglo, el ascenso directo más barato a Primera División se produjo en la temporada 2013/2014, cuando el Deportivo de la Coruña ascendió sin recurrir a la promoción con solo 69 puntos y apenas 19 victorias en el campeonato de Liga. El Eibar, que lideró la clasificación sumo 71.
A estas alturas del campeonato, ninguno de los equipos de Segunda depende de sí mismo pero las tendencias no son precisamente halagüeñas para un Real Valladolid que, hace nueve temporadas, llevaba ocho siete de ellas consecutivas en el primer puesto de la clasificación y lo seguiría estado las 21 restantes. Aquello fue una gesta irrrepetible, que no ha sido secundada por ningún otro club. Pero es, también, un referente que ratifica que en el fútbol todo es posible. Incluso recuperar la expectativa del ascenso directo con una segunda vuelta impecable. El domingo, a partir de las 12:00 horas en Zorrilla, frente al Córdoba se conocerán los primeros síntomas.
Datos reveladores
En el caso del Real Valladolid, al menos por lo que se refiere a sus dos últimos ascensos a Primera División, el resultado de la primera vuelta fue más que revelador. En la citada temporada 2006/2007, con Mendilibar en el banquillo, el Pucela concluyó la primera vuelta liderando l tabla con 44 puntos. Yconcluyó el campeonato en primer lugar, con 88.
El segundo ascenso del Pucela en lo que va de siglo se produjo en la temporada 2011/2012, con Djukic en el banquillo. Tras los primeros 21 partidos, el Real Valladolid sumaba 39 puntos y ocupaba la segunda plaza. Terminó con 82, en el tercer puesto. El año pasado, con Rubi, fue 5º, con 38 puntos y terminó 5º, con 72 y, finalmente, cayó en la promoción.
El campeón de la primera vuelta asciende
Como ocurriera con el Real Valladolid de Mendilibar, los ocho siguientes campeones de invierno lograron el ascenso directo Primera División al concluir el campeonato.
En la presente edición el Alavés ha mantenido in extremis el liderato, a pesar de la derrota en su propio feudo por 1-3 frente al Gimàstic de Tarragona, que puso fin a una racha de ocho partidos sin perder del equipo vitoriano.
Al final de la jornada 21, Alavés y Córdoba no solo están igualados a 39 puntos, sino que suman el mismo número de victorias (12), empates (3) y derrotas (6). Es la diferencia de goles la que, a la postre, marca la diferencia entre ambos equipos en la clasificación. Una diferencia mínima, favorable a los de Vitoria. Los de José Bordalás suman 28 goles a favor y 20 en contra, por 29 a favor y 23 en contra del equipo entrenado por José Luis Oltra. Al final han sido tres goles en contra menos los que han permitido al Alavés terminar la primera vuelta del campeonato como líderes.
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