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Cuatro formas de marcar un penalti
Real valladolid

Cuatro formas de marcar un penalti

Alen Peternac, todavía máximo goleador del Real Valladolid en Primera, fue uno de los protagonistas del encuentro que dio la salvación al Pucela ante el Oviedo en 1996, y que acabó 3-8 con seis penas máximas y cinco goles del delantero croata

santiago hidalgo chacel

Domingo, 18 de octubre 2015, 12:46

El autobús de la expedición del Real Valladolid destino a Oviedo transcurría por la autopista del Huerna y se asomaba al túnel de El Negrón, a punto de salir de León y entrar en el Principado de Asturias. Situado en la primera fila de asientos, Vicente Cantatore, que sabía lo mucho que se jugaba el equipo y en qué parcela del campo, mandó llamar al delantero Alen Peternac, que siempre se arremolinaba en la última. Para allá que fue y se sentó a su lado. «Alen le dijo siempre paciente el míster, hoy hay que marcar como sea. Si metes un gol te invito a cenar».

Desde Zagreb, Alen Peternac (16 de enero de 1972) sigue conservando un excelente castellano, unos adecuados modales y un olfato y disparo a gol dignos de lo que se dice un nueve, nueve, nueve (quién lo pillara ahora). Hace no mucho se dejó caer por los Anexos y, a pesar de haber cumplido los cuarenta, dejó muestras de ello en el entrenamiento con los veteranos. El croata sigue figurando hoy en día, con 55 goles, como el máximo goleador del Real Valladolid en Primera División, 23 de ellos en la primera campaña con el equipo. En total, estuvo cinco.

Pese a haber sido campeón de Liga y Copa con el Dinamo de Zagreb en Croacia, la llegada de Peternac a las filas del Real Valladolid en la campaña 1995-1996 no levantó precisamente muchas expectativas. Fue Cedo Jovicevic, segundo de Rafa Benítez y con cuyo hijo Igor (exfutbolista y ahora entrenador del Karpaty Lviv de la primera división ucraniana) había coincidido Alen Peternac, el que le puso como futurible del Pucela. Luego llegó un año complicado que el técnico chileno estaba a punto de hacer bueno con la salvación después de estar hundidos en el pozo.

«El partido en Oviedo era clave. Comenzamos perdiendo en el primer tiempo. Luego llegaron las expulsiones, los seis penaltis. Mi amigo Japón Sevilla», relata medio riéndose Alen Peternac, rememorando esa fecha. Aquel día el croata anotó cinco goles (pocos futbolistas lo han hecho en la liga española en partido oficial (Bebeto, Falcao, Morientes, Cristiano, Pichi Alonso, Kubala, César, Zarra), cuatro de ellos de penalti.

Y explica su técnica en las penas máximas. «Con el Real Valladolid marqué 16 goles de 16 lanzamientos de penalti. Siempre hacía igual. Esperaba al portero al último segundo para ver qué hacía y cuando se iba a un lado, yo al otro. Era un poco tema sicológico». Así fue durante los tres primeros que lanzó en aquel encuentro disputado contra el Oviedo el 19 de mayo de 1996 en la 41 jornada de liga. Sin embargo, después de tres lanzamientos en los minutos 27, 49 y 67, Peternac confiesa que «en el cuarto me entraron las dudas y ya me dije este como sea, golpeé con fuerza por el medio y entró».

El partido concluyó con un marcador de 3-8, cinco goles de Peternac (cuatro de pena máxima), tres de Quevedo, dos expulsiones y seis penaltis señalados por el colegiado Japón Sevilla. Los del conjunto carballón fueron materializados por Christiansen (2p) y Carlos. San penalti, referenciaba algún periódico local tras esa fecha. Con el Oviedo salvado, el encuentro fue una fiesta amable, comunión entre aficiones, y los locales terminaron pidiendo otro, otro, otro (penalti), como en los toros. Para el Valladolid, era salvarse del descenso directo y con el resultado del último partido en casa ante el Betis (y dos nuevos goles del croata), también de la promoción.

En la campaña siguiente, Peternac fue lesionado por Roberto Carlos tras una dura entrada, a finales de diciembre. Jugó varios partidos después, pero en enero recayó y estuvo en el dique seco seis jornadas. «La entrada fue dura pero no más de las que Juan Carlos el Capi hacía en los entrenamientos», dice Alen. Ahora bien, el público de Zorrilla la cogió con el lateral brasileño del Real Madrid y en las siguientes comparecencias en el Zorrilla siempre fue pitado y afeado por esa acción.

Peternac pudo ir a la Real Sociedad, pero acabó en la campaña 2000 en el Zaragoza. Aquí también anotó cinco goles en un partido, aunque fue de pretemporada. Luego fue cedido al Murcia. Sin embargo, no se volvió a ver al Peternac de la campaña 1995-1996 con el Valladolid. Actualmente, se dedica al fútbol, trabaja con equipos, con futbolistas, aunque no le gusta que le digan que es «representante de jugadores».

En el autobús de vuelta a Valladolid, ahora era Alen Peternac el que se acercaba a la primera fila, donde estaba el bueno de Vicente Cantatore, y le recordaba bromeando: «Y ahora míster, y ahora qué hacemos con los cinco goles».

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