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A. P.
Domingo, 6 de septiembre 2015, 12:39
El Real Valladolid B sumó su tercer empate a cero en tres partidos. El equipo de Rubén Albés dominó a un Guijuelo que llegó como colíder del grupo a los Campos Anexos, pero que no pudo en ningún momento con el filial blanquivioleta. El Promesas ... demostró un buen nivel de juego, solo lastrado por la falta de puntería, ya que dispuso de ocasiones para acabar con su sequía y estrenarse en la competición.
Los dos equipos imprimieron un ritmo vivaz desde el primer minuto. Combinaciones rápidas, presión a la salida de la pelota y pocas concesiones defensivas. Jose tardó segundos en enviar el primer lanzamiento hacia la portería del Guijuelo, un disparo que se marchó por encima del larguero. El Promesas llegó con frecuencia al área de Kike Royo, pero le faltó concretar, a pesar de contar con dos delanteros voraces como Dani Vega y Caye Quintana. Anuar y Espinar sostuvieron el timón del centro del campo, el primero con gran habilidad para el robo y el despliegue de contraataques rápidos que acabaron en agua de borrajas ante la impericia finalizadora. El Guijuelo se vio con problemas para sacar la pelota, especialmente en los envíos de su portero, que regaló con frecuencia los balones.
El Promesas cortó bien las contras del Guijuelo, aunque eso supusiera que Espinar y Toni se cargaran con amarillas en la primera parte. El extremo zurdo demostró el gran nivel habitual. Parece un jugador frágil por su físico, pero resulta complicado derribarle y protege la pelota a la perfección. El equipo de Albés dispuso de pocas oportunidades de remate en la primera parte y la mala suerte se interpuso en las acciones más claras, como sucedió en un remate picado de Ángel tras un córner que golpeó en Cristian para malograr la ocasión. Mientras, el equipo de Rubén de la Barrera, de vuelta a los Anexos, inquietó poco a Dani Hernández, siempre atento.
La situación se mantuvo tras el descanso: buenas acciones ofensivas y fallos en la materialización. Toni siguió brillando y estrelló un balón en el poste de Kike Royo, en otra ocasión que se marchó al limbo.
El Promesas, muy solidario, perdió algo de fuelle en el tramo final, aunque solventó de manera acertada algunas pérdidas comprometidas. Espinar fue expulsado por doble amarilla en el 87, pero el Guijuelo no fue capaz de aprovechar los minutos en superioridad. Dani Hernández vivió instantes de inquietud en el tiempo de descuento, pero no permitió que el marcador se moviera. El Promesas sigue muy seguro atrás y no encaja ni ante rivales de entidad como el Guijuelo. Ahora, le falta afinar la puntería para encontrar el camino del gol.
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