Fernando Bravo
Lunes, 3 de agosto 2015, 10:16
Anuar, además de un veterano mediocentro del filial, ejerce en el vestuario como aprendiz de director de orquesta. Con chuletas a modo de partituras, los jugadores recién llegados al club, que en la concentración de Mondariz sumaban casi la mitad, amenizaron la última cena en el balneario, entonando el himno del Real Valladolid. Y Anuar dirigió aquel fugaz desconcierto ante la sorpresa del resto de inquilinos del centro termal.
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Las anécdotas extradeportivas se amontonaron en las últimas horas. Como cuando Patxi Ferreira explicaba a un camarero gallego, concluida la jornada, la diferencia de volumen entre un zurito y un corto.
Para entonces, el lateral zurdo del Promesas que ha ejercido con autoridad en los tres partidos de pretemporada jugados, ya se había convertido, para regocijo de algunos de sus compañeros en el Mojica blanco del Pucela.
En una concentración en la que Garitano enseña con el ejemplo, aunque tenga que echar mano de su segundo, Patxi;del analista, Ribera, y hasta del utilero Justo, para formar una línea de cierre que permita poner en práctica una de esas jugadas que el técnico vasco explica y luego pide que se escenifique tantas veces como sea necesario, hasta que se instale en los jugadores el automatismo que permite ejecutarlas sin dudar. «Yo, pivote y vosotros, centrales. Justo, en el lateral». En algo tenía que notarse el ascendiente futbolístico de un cuerpo técnico que sigue teniendo hambre de balón.
La concentración del Real Valladolid en Mondariz, que concluyó el sábado tras ganar la trigésimonovena edición del Trofeo Ciudad de Pontevedra, ha dado tono físico a los jugadores; ha hecho equipo, en la medida que la convivencia ha dado sus frutos entre unos deportistas que apenas se conocían, por la severa renovación del vestuario y ha comprometido nuevas incorporaciones, según anunció Braulio Vázquez, que dará a conocer a partir de hoy dos nuevos fichajes. Al mismo tiempo, en este periodo se ha producido la salida de Omar y se ha avanzado en la resolución de la relación contractual de Rueda y Jeffren. Porque también en Mondariz se ha hecho trabajo administrativo. Desde la grada en los entrenamiento, en la cafetería o en el hall del balneario, tanto el director deportivo, Braulio Vázquez, como el presidente, Carlos Suárez, ha seguido gestionando salidas y llegadas de jugadores.
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Y, aunque Garitano es reacio ha resumir conclusiones, porque sigue empeñado en que no se puede hacer hasta que tenga un equipo completo, los responsables deportivos ya han dejado caer en lo bien que les han sentado los minutos jugados a algunos candidatos al primer equipo, como Ángel, Caye o Royo.
El Real Valladolid tampoco se sintió del todo aislado en tierras gallegas. Saúl, un exjugador del Promesas cuando era juvenil, allá entre 1995 y el 2000 visitó en un par de ocasiones a Lagoa para saludar a su preparador físico, Julio Hernando. Y el la grada de Pasarón no faltaron las camisetas blanquivioletas. Por supuesto, el Pucela empezó a probar el sabor de la victoria.
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