A triunfar lejos de casa

Se le notó suelto en la sesión fotográfica. Con un gesto entre serio y profundo, entre solemne y maduro, apenas esbozó un par de sonrisas. Y no es que le abrumasen los medios ya que puede decirse que Gaizka es del gremio. En su currículum figura la carrera de periodismo en Lejona mientras se pulía en el filial del Athletic.

Y es que Garitano es de Bilbao, pero no del mismo Bilbao, sino de Derio, una pequeña localidad entre el aeropuerto vizcaíno y Lezama. Yya con 13 años, se decidió más por el césped futbolero que por abandonar su entorno. Incluso en la rueda de prensa de ayer el subsconsciente le traicionó cuando quiso dejar claro que sí que había salido de su terruño. En dieciséis temporadas como jugador y otras seis como técnico, estuvo un año cedido en el Lleida y dos en el Ourense. El resto, en sus maravillosas provincias vascongadas. Yes que Gaizka es mucho vasco, para lo bueno y para lo menos bueno. De los de ocho apellidos: Garitano, Aguirre, Urkizu, Asla, Zubikarai, Madariaga, Garraminia y Arteche. Casi nada. Y además independentista, pero eso sí, demócrata y con cabeza. Ycomo buen euskaldún, es directo, prefiere no deber nada a nadie y le gusta acabar lo que empieza. De hecho tuvo que esperar doce años como jugador profesional, pero llegó a jugar en Primera, como su tío Ander.

En la rueda de prensa demostró que tiene las ideas muy claras y sabe cómo defenderlas. Amante de la tradición de los bertsolaris (compositores de versos y canciones), no le cuesta expresarse ante un auditorio. Apoyó su mano derecha sobre la mesa, buscando un acomodo donde cimentar sus argumentos y las primeras preguntas encontraron su mirada atenta e incluso desafiante, pero enseguida se vio suelto y seguro y a la quinta respuesta comenzó a gesticular con su mano diestra, mientras la siniestra se mantuvo siempre recogida, agazapada, como si hubiese otro Gaizka escondido. Apenas se permitió un par de sonrisas cuando le comentaron que nunca jugó en Zorrilla y cuando se mencionó a Mendilibar, su Mendi, y hubo que esperar casi cuarto de hora para que rompiese su impertérrito molde y se rascase la nariz. Siempre hierático, dominando el espacio, con su mano apuntalada a la mesa, Gaizka contestó con habilidad y coherencia, explayándose cuando pisaba suelo conquistado y más remiso, pero no menos contundente, cuando se veía inmerso en terrenos pantanosos. Ypese a que no llegó a despedirse, puede afirmarse que salió airoso del primer envite. Ahora, en el Real Valladolid, Garitano sabe que tiene su gran oportunidad más allá de Pancorbo. Y en esta tierra, la de los blanquivioletas, todos desean fervientemente que la aproveche.