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Jesús Domínguez
Lunes, 23 de marzo 2015, 09:19
El Real Valladolid Promesas se reencontró con las mieles del triunfo después de que su cara B venciera al Guijuelo, en un derbi con más intensidad que fútbol y en el que el viento, como reconocerían a la finalización del encuentro los técnicos de los ... dos equipos, resultó determinante. Llamado a rehacerse a pesar de las inclemencias climatológicas y de no contar con Guille Andrés y Ayub, el gol y el pulso, Rubén de la Barrera optó por alterar el plan habitual, de toque y mando, por uno alternativo, en el que el filial estaría más resguardado en la zona interior con la vuelta al once de Casado, esta vez, en la parcela ancha.
Las cosas se pusieron de cara muy pronto, con el testarado de Javi Navas a la red tras un gran servicio de Xavi Carmona. Tras el gol, los minutos pasaron, pero no las cosas; dominaba el Promesas sin hacer gran cosa y el Guijuelo intentaba combatir ese dominio con una intensidad, a veces, desmedida.
A la media hora, Carmona, que también volvía al once, cayó lesionado. Y cayó varias veces, ya que intentó aguantar y, en esas, se resintió en varias ocasiones. Así, mientras Juanjo calentaba en la banda, los salmantinos se desesperaban con la situación y el juego brillaba por su ausencia.
El descanso llegó sin que se producieran más situaciones de peligro que la del tanto blanquivioleta y un disparo de falta directa del Guijuelo, empujado hacia la meta por el aire y que Julio repelió por encima del larguero con maestría.
Antes de encaminarse hacia los vestuarios, en la última jugada del primer periodo, hubo un amago de refriega que sucedía a los excesivos roces de los chacineros y precedía a lo que sería la segunda mitad, en la que Jonathan Martín acabaría siendo expulsado.
A pesar de sus problemas, Xavi Carmona volvió a saltar al césped, aunque duró poco. Entonces sí, Juanjo saltó al pasto para colocarse en un lateral que en las últimas semanas carece de un dueño concreto, ya que además de ellos dos, se ha visto pasar por ahí al juvenil Deve, en esta ocasión, no disponible por haber jugado el sábado con el División de Honor contra el Atlético de Madrid.
Si en el tramo final del primer periodo los salmantinos habían volcado el juego hacia donde estaba el lesionado vestido de blanco y morado, una vez desapareció este del campo, y por la necesidad de remontar, pasaron a atacar por todos los frentes.
Julio, como tantas otras veces, apareció dos más para evitar el gol del empate. Y el de refresco, el de Castellón, Juanjo, lo hizo también al cortar un contragolpe propiciado por un error de Alexis en la salida de balón, tirándose para rebañárselo a Chuchi en el instante preciso en el que iba a disparar.
El peligro, antes inexistente, pasó a ser real, pero entonces llegó el dos a cero. Julio aprovechó que el viento le era favorable para enviar un balón largo y certero para la carrera de Jorge Hernández, que definió bien ante la salida de Felipe.
No obstante, lejos de aplacar los ánimos, el tanto del zamorano pareció espolear a los visitantes, que metieron una marcha más si cabe. Raúl, recién incorporado, se adentró en el minuto 70 en el área blanquivioleta después de tirar varias paredes, pero nuevamente Julio frenó su acometida
Poco después, en una infracción muy cerca del límite del área los chacineros pidieron penalti, pero el colegiado no percibió que el roce fuera dentro. Y, aunque parecieron desquiciarse, no lo hicieron; continuaron en su empeño y pronto Lamberri aprovecharía un error de la defensa blanquivioleta para acortar distancias.
Penalti
Quedaba un cuarto de hora y la sensación era de que podía pasar cualquier cosa. Pero como en la moneda no siempre sale cara, el Guijuelo se llevó la cruz. Primero, en el 77, con la expulsión de Jonathan Martín, por doble amonestación. Y, en el 79, con el tercer gol, que llegaría desde el punto de penalti.
La pena fue máxima, tal y como se suele decir, porque la mano de Razvan fue involuntaria y no se debió cobrar la infracción. Aunque bien visto, la suerte suprema no se debería haber tentado, ya que Toni había marcado el tercero en la continuación de la jugada.
En todo caso, el trencilla no dio ventaja y esta pudo ser para el Guijuelo, de no ser porque Brian que antes había tenido una ocasión de córner directo dio carpetazo al partido con una buena definición, pues en los diez minutos restantes no hubo ya mucho que ver.
Gracias a este triunfo, el Real Valladolid Promesas vuelve a ganar después de tres semanas sin hacerlo.
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