...Y Moré volvió a levantar la Copa de la Liga con el Real Valladolid

La cita sirvió para que esos cinco protagonistas evocaran cómo superaron las eliminatorias en aquella competición, «liberados de toda presión una vez que había terminado el campeonato de Liga». Pepe Moré (L'Ametlla del Vallès, Barcelona, 1953) tiene muy presente en su memoria qué sucedió tras ganar la final en la prórroga al Atlético de Madrid por 3-0. «Los fotógrafos también me decían entonces dónde me tenía que colocar. Querían sacarme con la tribuna totalmente llena. A mí lado había muchas personalidades, pero a mí me sigue emocionando ver a toda esa gente en las gradas... Ha sido el mejor triunfo de toda la historia del Real Valladolid, aunque para mí los ascensos son mucho más importantes porque son los que te dan derecho a competir en Primera División», apunta Moré.

El Pucela de aquella época tuvo mala suerte con las celebraciones. El ascenso de 1980, tras 16 años de travesía del desierto, no pudo festejarse en el momento, ya que se consumó tras los resultados de otros campos. «En el caso de la Copa de la Liga, era el último día del campeonato, el 30 de junio, y al día siguiente todos nos fuimos de vacaciones a nuestros destinos, así que no celebramos prácticamente nada, ni una cena ni nada por el estilo», cuenta Moré.

El título de 1984 sirve ahora al Real Valladolid para tratar de galvanizar a una afición golpeada por el reciente descenso a Segunda División. La imagen de Pepe Moré con el trofeo tiene tanta fuerza que aparece, como un pequeño logo, (¡y junto al escudo antiguo!) en la parte posterior de la nueva camiseta. «Es una cosita pequeña, hay que mirarlo bien. Ya nos fijamos que salía yo con la Copa durante la sesión de fotos del otro día. El pasado jueves estuve la tienda del club con mi hijo, Xavi, y mis dos nietos, para comprar la nueva camiseta... y salieron los dos con ella puesta».

Pepe Moré, una auténtica leyenda del Real Valladolid, tiene dos fotos enmarcadas conjuntamente en el espacio más importante de su casa. Una es la del equipo del Pucela que ganó la Copa de la Liga aquel 30 de junio de 1984. Otra es la fotografía de él mismo, entonces con 31 años, levantando el único gran trofeo que posee el club blanquivioleta. El gran Moré exhibe una sonrisa radiante, muy lejos de la imagen de seriedad que solía transmitir en su época de futbolista. «Es muy emocionante para mí mirar esa foto. Me veo y recuerdo que estaba eufórico. En aquel instante no nos dimos cuenta de la gran trascedencia de lo que habíamos conseguido, pero estábamos todos contentísimos».

Moré confía en que el cuadragésimo aniversario de la Copa de la Liga, que tendrá lugar el 30 de junio de 2024, coincida con la vuelta del equipo blanquivioleta a Primera División. Esa es la comunión perfecta que busca el club y también los históricos protagonistas que aparecen en la campaña para lanzar la nueva camiseta. «Nosotros hemos puesto nuestro granito de arena con este reportaje fotográfico para que los aficionados vayan al estadio los domingos. Ojalá propongamos un buen fútbol y se den buenos resultados para volver a Primera».

Moré tiene ganas de sumarse a la corriente blanquivioleta para el nuevo curso y apoyará al equipo desde la grada del José Zorrilla. «Este año voy a estar más en el estadio, porque mis nietos van a acudir e iré fundamentalmente con ellos», dice. Los dos chavales animarán con las nuevas camisetas del Pucela... y la imagen de su abuelo, con la Copa de la Liga, muy presente en la espalda. Los Moré ya saben que su apellido forma parte de la historia más gloriosa del Real Valladolid