Monchu y Álvaro Sanz luchan por el esférico en el partido de ida en Zorrilla. Alberto Mingueza
Real Valladolid

El Mirandés más maduro en el momento más delicado

Los rojillos han conseguido siete de los últimos nueve puntos cuando más complicada se había puesto su situación en Segunda

Chencho Alonso

Viernes, 3 de mayo 2024, 19:28

Ha pasado de ser un adolescente respondón plagado de virtudes y defectos propios de la inexperiencia a madurar hasta darle la vuelta a una tendencia tan negativa que se había tornado en peligrosa. Y el Mirandés lo ha hecho con una gran responsabilidad por parte de todos sus jugadores que, a pesar de su juventud, han demostrado estar sobradamente capacitados para competir de tanta presión como es la lucha por el descenso en LaLiga Hypermotion. El cuadro que dirige Alessio Lisci encadena dos victorias consecutivas ante Burgos y Racing de Ferrol y tres partidos sin perder tras el empate logrado anteriormente en el feudo del Real Oviedo. Siete de los últimos nueve puntos posibles que han aflojado la cuerda que rodeaba con fuerza el cuello rojillo amenazado con caer a los puestos de descenso. Lo ha conseguido, además, de forma progresiva. Rascó un empate en los minutos finales en el Tartiere (1-1), remontó el derbi en Anduva ante el Burgos con corazón y fútbol (2-1) y maduró la victoria con portería a cero en Ferrol hasta lograrla con claridad (0-2) y ciertas dosis de tranquilidad. Aire puro para un conjunto que no puede, ni mucho menos, pensar que está todo hecho y que ante el Real Valladolid tiene la primera oportunidad de abrochar casi por completo la permanencia durante una temporada más en la segunda división del fútbol español.

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Vértigo como bandera

El Mirandés disfruta cuando se desboca. Es un equipo muy joven que permite al rival tener el balón y cada vez que lo recupera no especula con la posesión. Ataques veloces, en pocos toques y con una gran determinación que representan a las mil maravillas los vertiginosos Gabri Martínez e Ilyas Chaira. Los dos extremos del cuadro rojillo, ambos cedidos por el Girona, son unos impacientes. Siempre, evidentemente, en el buen sentido pues son dos jugadores que con el balón en los pies progresan de forma individual gracias a su habilidad en el regate y velocidad para hacer que el Mirandés termine todas las jugadas posibles. Los dos son una gran amenaza para una defensa como la del Real Valladolid que se ubica cerca de la línea divisoria y las vigilancias a la espalda blanquivioleta deberán ser continuas. Gabri Martínez acumula ocho goles y cuatro asistencias mientras que Chaira ya ha marcado cinco tantos y ha repartido cuatro pases de gol.

Tres centrales para defender el área

Durante gran parte de la competición, el técnico italiano del Mirandés ha apostado por una línea de tres centrales para darle solidez y consistencia a la faceta defensiva del cuadro rojillo. Pablo Ramón y Sergio Barcia han sido las piedras filosofales de la defensa jabata, pero la grave lesión del canterano del Real Madrid ha dejado a Barcia como líder de la zaga del Mirandés y a Lisci con la papeleta de encontrar acompañantes de garantías. El canterano Barbu, Tachi e incluso Tomeo, centrocampista reconvertido a defensor, son las opciones de Lisci para completar el centro de la zaga. En el lateral izquierdo es baja segura Jonathan Gómez. El estadounidense es uno de los jugadores que más ha crecido esta temporada en el equipo de Miranda de Ebro y su presencia en el equipo se antoja fundamental por lo que su baja es muy importante. Gómez suma ya cuatro asistencias de gol desde el carril izquierdo rojillo.

Carlos Martín, el hombre gol

El delantero centro, cedido por el Atlético de Madrid, ha recogido el testigo de Raúl García de Haro, último gran goleador del Mirandés y hoy en las filas del Osasuna. Carlos Martín acumula quince goles esta temporada y ha demostrado una gran calidad técnica para definir y un gran olfato de gol propio e innegociable en su demarcación. Marca con la derecha, con la izquierda, con la cabeza, de penalti…dominando todos los registros del remate y mostrando una gran capacidad para ser importante en la elaboración del juego ofensivo de su equipo. Martín se descuelga de los centrales rivales para participar cerca de los centrocampistas o cae a banda para construir jugadas junto a los extremos o carrileros. Jugador de grandísimo futuro, pero que vive un presente que no permitirá al Real Valladolid perder la concentración ni un segundo ante su figura.

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