Miguel, cada vez más lejos del Real Valladolid

El Pucela ya se ha resignado a perder los derechos sobre el delantero . Hasta el lunes hay tiempo, según ha informado Radio Marca, pero es una fecha puesta más para zanjar un asunto que un convencimiento de que un ultimátum puede acabar por ser eficaz.

Ambas partes habían llegado a un acuerdo que está redactado y visado por los dos gabinetes jurídicos. Pero Bahía Internacional habría cambiado de criterio y ahora ya no quiere que el jugador siga de blanquivioleta.

Dos hechos explican lo que está pasando.

1. la relación legal entre Miguel y el Real Valladolid. En noviembre de 2017, el club renueva al canterano hasta el 30 de junio de 2021. Una renovación complicada y compleja. Al final se llega un acuerdo, pero el club se ve obligado a aceptar una cláusula por la que se abría la puerta a que el jugador saliera cedido del Pucela en el último año de su contrato sin necesidad de que antes se le renovara.

2. ¿Qué es Bahía Internacional? Una empresa de representación de futbolistas, entre otras actividades, en la que el consejero delegado es José Antonio Martín Otín, más conocido como Petón y presidente de la Fundación del Huesca CF. Curiosamente esta entidad sin ánimo de lucro es la poseedora de la mayoría de acciones de la sociedad anónima deportiva.

El Huesca, recién ascendido, parece contar con Rafa Mir, jugador cedido dos años por el Wolves de la Premier, y con Okazaki, al que pretenden renovar, y algún refuerzo más. De la Fuente, por tanto, les encaja en sus planes como jugador de futuro al que dar minutos esta temporada para que se convierta en el ariete de referencia en la campaña 2021-2022.

Su salario no sería superior al que le habría ofrecido el Real Valladolid en la oferta de renovación, pero sus representantes creen que en el equipo aragonés tendrá más ocasiones de despuntar. Las maniobra de Bahía han sentado francamente mal en las oficinas de Zorrilla. En el club, liberan de casi toda la culpa de la situación al jugador. De hecho sorprende un tanto que el futbolista no se haya percatado de que si sigue las directrices de sus representantes se irá de Valladolid sin dejar un solo euro en las arcas blanquivioletas. Una actitud que contrasta con la que tuvieron Calero y Salisu, que desoyeron los cantos de sirena porque para ambos era prioritario devolver con un buen traspaso el apoyo y refuerzo que habían recibido desde el club. Miguel tiene una cláusula de rescisión de 25 millones de euros. Si se marcha cedido, el Valladolid no verá un céntimo.

Quienes conocen al chico muestran su sopresa por ese aparente desapego del futbolista hacia el club que le ha formado y protegido. Aseguran que no es su manera de ser, que él es muy de Valladolid y del Valladolid y que es posible que le hayan mal informado u ocultado información.