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No es Míchel herrero hombre de muchas palabras, pero suele ser contundente y claro cuando habla. Y su comparecencia tras el fiasco del partido ante el Barcelona no fue diferente. Para empezar descargó culpas del mal encuentro en los jugadores, salvando la cara al cuerpo ... técnico. Para continuar, reconoció que el equipo lo hizo muy mal y aunque puso la excusa del alto nivel del rival, no por ello dejó de cargar las tintas en la falta de decisión del grupo para tomar iniciativas en el campo.
«Lo hicimos mal». Ese fue el resumen del encuentro ante el Barcelona que quiso dejar el capitán blanquivioleta. «Hemos hecho autocrítica, somos conscientes, muy conscientes del partido que hicimos. Es una derrota que duele, como todas, pero que hay que tratas de olvidar cuanto antes porque nos espera el Cádiz, un partido que para nosotros será una final por ser un rival directo». Y el Carranza es un estadio que siempre se le ha dado fatal al Real Valladolid.
Señaló Míchel que el equipo, tras la horrorosa primera parte, salió dispuesto a anotar el gol que les metiera en el partido, pero «faltó frescura» y además «tienen un grandísimo portero que les resuelve las pocas oportunidades que conceden».
Sobre su situación en el equipo, es de los jugadores con menos minutos, reconoció el de Burjassot que era consciente de que eso iba a pasar, que no es algo que le moleste ni que haga que se sienta minusvalorado, a la par que restaba importancia a los continuos cambios de alineaciones: «son muchos partidos seguidos y es normal que se rote. La derrota de ayer es culpa de los jugadores, no nos podemos excusar en las rotaciones».
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