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Chencho Alonso
Jueves, 16 de febrero 2023, 00:22
Benjamín Zarandona Esono (Valladolid, 2 de marzo de 1976) vivió grandes momentos con las camisetas del Real Valladolid y el Real Betis. Dio el salto de Pucela a Heliópolis convirtiéndose en la venta más cara del equipo blanquivioleta. En Sevilla se encontró con las dos ... caras del fútbol. Fue campeón de aquella Copa del Rey en el Vicente Calderón con los verdiblancos, pero también sufrió el drama del descenso en sus propias carnes. El sábado disfrutará de un choque muy especial.
–Siempre le hemos visto muy ocupado desde que dejó el fútbol.
–Sí, la verdad. Ahora estoy trabajando en la radio haciendo los partidos del Real Valladolid y el Real Betis y desde hace seis años tengo un proyecto con la Fundación Real Betis en Guinea Ecuatorial. He hecho una selección de niños que están en escuelas y viajo tres veces al año para entrenar con ellos e introducir la metodología de entrenamientos que hay aquí en España.
–¿Ve mucho fútbol?
–Muchísimo. Veo Primera, Segunda, veo todos los deportes en general. La NBA, el tenis, el balonmano... me gusta mucho el deporte. Los fines de semana veo todos los partidos.
–La idea de ver a Benjamín en un banquillo, ¿está descartada?
–No, pero es complicado. Yo tengo el carnet de entrenador, pero es una carrera muy complicada. Hay dos vías, unirse a un entrenador contrastado como segundo o empezar desde la base e ir escalando que es lo que hace la gran mayoría. Estuve de segundo en el juvenil del Real Valladolid, pero me he decantado por este proyecto en Guinea Ecuatorial y estoy muy contento y muy feliz.
–¿Dónde encuentra las mayores diferencias entre el fútbol actual y el que usted jugó?
–Principalmente el VAR, pero yo creo que el fútbol está parecido. Actualmente siguen dominando Real Madrid y FC Barcelona con esa presencia del Atlético. No veo muchas diferencias sinceramente.
–Cada vez vemos menos regateadores y menos espacio para el clásico '10', ¿por qué?
–Porque los sistema de juego han cambiado y se usan menos los extremos y más el trivote en el centro del campo con mucha llegada de los dos laterales. Antes se jugaba con un 4-2-3-1 casi siempre y ahora no hay esos extremos como Joaquín o como Gustavo López.
–¿Cree que se da más importancia al jugador fuerte físicamente que al talentoso?
–No, creo que es un tema de sistema. Los entrenadores tienen que adaptarse a la plantilla dependiendo de las características que tengan sus jugadores. Si tienes tres centrales buenos y dos carrileros buenos juegas con tres centrales. Si tienes centrocampistas de mucha llegada piensas, ¿para qué quiero extremos? Si tienes un delantero tanque, ahí tienes que poner extremos que lo busquen. Lo que sí ha cambiado es que ahora los porteros tienen que tener una técnica buenísima y luego parar. Eso es muy complicado. No creo que los porteros deban estar tanto tiempo con la pelota en los pies.
–¿En qué posición y con qué entrenador estuvo más cómodo?
–Yo empecé en banda izquierda en el Real Valladolid en línea de cuatro a banda cambiada. Me pusieron ahí porque faltaba alguien y me encantaba correr la banda y tirar paredes con Víctor y Peternac. Llegué al Real Betis y comencé en banda también, pero con otra ausencia en el centro me colocaron ahí y vieron que me ubicaba bien. Fue Juande Ramos el que me ubicó de centrocampista interior en un 4-3-3 con llegada y más protagonismo con balón. Hicimos un año muy bueno y yo estuve encantado. Después pasé al doble pivote con Víctor Fernández.
–¿Cuál fue su mejor momento como futbolista?
–Aquí en Valladolid fueron años muy buenos y fueron un gran trampolín. Si no es por el Valladolid yo no hubiera ido traspasado al Betis y luego allí, evidentemente, ha habido años muy buenos con el título de Copa del Rey. También los hubo malos con aquel descenso.
–¿Qué es lo primero que se le vino a la cabeza cuando le dijeron lo que el Real Betis iba a pagar por usted?
–Me sorprendió mucho y no me lo esperaba. Me puse contento por el club que estaba en una mala situación económica y había empleados sin cobrar. Siempre el Real Valladolid se ha portado muy bien conmigo y con mi familia, y contentísimo porque era un paso importante en mi carrera.
–¿Tocó su techo?
–Siempre piensas que puedes hacer más. Es cierto que tuve lesiones complicadas en el gemelo y el soleo y me perdí partidos importantes que nunca se sabe. Me hubiera gustado ir al fútbol inglés que era muy de mi estilo de ida y vuelta. Siempre se puede hacer más, pero yo estoy satisfecho con mi carrera.
–Tuvo entrenadores de todo tipo pero, ¿al futbolista cómo le llega mejor el mensaje?
–He tenido de todo. De los que pegaban voces y de los tranquilos. Al final depende del jugador como se lo tome. Cantatore era muy tranquilo, te decía todo con mucha tranquilidad y te llegaba el mensaje perfectamente. Víctor Espárrago tenía mucha clase, siempre decía todo a la cara y aprendí mucho de él. Víctor Fernández es un grandísimo entrenador, Juande Ramos con aquella temporada que hice… Me quedo con esos cuatro.
–En tiempos de crisis, ¿qué hay que tocar para dar el cambio?
–Hay que esperar que el gol entre. Lo más importante es llevarse bien en el vestuario y no echarse cosas en cara ni tirarse los trapos unos a otros. Al final suben todos y bajan todos. El vestuario tiene que estar muy unido y creer en tu compañero en el campo.
–¿Qué le parece el modelo atrevido de Pacheta?
–Si te metes atrás nadie te asegura que vayas a sacar algo. Pacheta juega a su estilo, me parece bien y creo que tiene jugadores para ello con dos muy buenos extremos como Machís y Plata y centrocampistas con mucha llegada. Me parece fenomenal que este equipo juegue mirando hacia adelante siempre.
–El buen momento actual del Real Valladolid coincide con la presencia en el campo de Darwin Machís, ¿cree que un único jugador puede cambiar tanto a un equipo?
–Sí. Machís le da muchísimas alternativas al Real Valladolid. Conduce bien, regatea, centra bien, tiene buen tiro…son muchas acciones las que hace y desequilibran mucho.
–¿Qué le ha dado Pellegrini al Betis como para volver a ganar un título?
–Le ha dado una consistencia y una tranquilidad muy buena que el Betis como club necesitaba. Ha repartido muy bien los minutos y aunque el equipo tenía buenos jugadores, el técnico lo ha gestionado muy bien. Hacía 17 años del último título, la Copa del Rey en la que estuve yo en plantilla, y ganar un título con el Betis es muy complicado. Pellegrini es un señor y los jugadores le respetan mucho.
–¿Tiene opciones el Real Valladolid de sacar algo allí?
–Hace mucho que el Betis no gana en casa y el Real Valladolid va a tener que hacer un gran partido, pero si juega como en San Sebastián le puede meter mano. Creo que va a ser un partido de goles.
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