Toni Barea, seleccionador balear, justo detrás de Monchu (con balón) en una alineación del combinado sub-12.

El mentor de Monchu que le bautizó como el nuevo Iniesta

Toni Barea, actual seleccionador sub-12 de Baleares, guarda una estrecha relación con el jugador del Real Valladolid y le augura un gran futuro en el club

Juanjo González

Valladolid

Lunes, 28 de marzo 2022, 18:26

Ramón Rodríguez Jiménez, conocido futbolísticamente como 'Monchu' (Palma, 13-9-1999), fue uno de los grandes protagonistas el domingo en la importante y apurada victoria del Real Valladolid en el campo del colista Alcorcón (1-2). Además, ese triunfo tuvo doble premio después porque la ... derrota del Almería ante el Girona (0-1) acercó a solo un punto del ascenso directo a los blanquivioletas a falta de nueve jornadas para el final de la fase regular. El mallorquín, que fue con diferencia el mejor del partido de los de Pacheta, anotó el que por entonces era el 0-2 ante el Alcorcón, un disparo potente desde fuera del área que se coló por la escuadra. No es la primera vez que lo hace en su carrera, ni mucho menos.

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Este pasado mercado invernal firmó por el Pucela cedido desde el Granada de la Primera División, que se lo había adquirido en forma de traspaso al FC Barcelona, al que llegó en su etapa infantil y desde donde fue escalando en sus categorías inferiores hasta debutar con el primer equipo el sábado 8 de agosto de 2020 ante el Nápoles en la Liga de Campeones.

El domingo disputó su segundo partido como titular en el Real Valladolid y dejó bien claro que quiere quedarse entre los elegidos habituales de Pacheta para el once. Hace apenas 10 años que Monchu comenzó a destacar y fue llamado para la selección autonómica de las Islas Baleares. Su primer descubridor, por así llamarlo, fue Toni Barea (67 años), un histórico técnico de cantera que lleva nada menos que 53 años entrenando, 32 de ellos dirigiendo el combinado sub-12 balear (es el seleccionador de esta categoría más antiguo de España, desde 1990 a los mandos) y que a lo largo de su amplia carrera ha tenido a sus órdenes a jugadores de gran talento en Palma de Mallorca como el madridista Marco Asensio, entre otros muchos.

«A Monchu lo conozco desde que tiene cuatro años. Yo llevaba el equipo de la escoleta del Cide -colegio privado balear- porque él vivía por allí cerca. Y a esa edad ya le vi que tenía cosas diferentes a los demás», comienza contando Toni Barea, que recuerda que «lo bauticé como el nuevo Messi, el nuevo Iniesta español. Tenía cosas del argentino y como español lo comparaba con Iniesta. Era muy pequeñito, pero yo me enamoré de él muy pronto, era mi capitán de la sub-12. Incluso le dije a técnicos de la selección española que en Mallorca teníamos un gran jugador».

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Como curiosidad, el técnico relata que «un día estaba en mi casa y ya estaba conmigo en la selección. Mis hijas son maestras y le estaban dando un repaso de la lección y yo ni lo sabía. Le pregunté que qué hacía en mi casa y le comenté que no se creyera que por venir allí a repasar iba a tener sitio seguro en el equipo», recuerda entre risas, que explica sobre Monchu que «es muy humilde. Recuerdo que en la etapa de alevines le sobraba un poco de peso pero ya mejoró en ese aspecto desde infantiles. Se fue luego al Mallorca pero regresó al Cide a entrenar porque no jugaba mucho, hasta que luego firmó por el FC Barcelona. Más tarde ya dejó de venir con nuestras selecciones y pasó a jugar con la catalana. No fue fácil porque irse tan lejos con 12 años... pero el padre (Ramón) se fue a vivir con él a Barcelona y la madre se quedó aquí en la tienda. Una familia muy agradable».

En cuanto al estilo de vida del jugador blanquivioleta, Barea explica que «Monchu es un niño que no es ni de beber ni de fumar ni de ser travieso porque otros sí que lo son, pero Monchu es legal, ha nacido para ser futbolista. Dios le ha dado talento para el fútbol, debe explotar pronto».

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Y de su calidad en el campo no hay dudas, al menos para su primer mentor en el mundo del fútbol. «Monchu fue el jugador que más campeonatos ha estado conmigo como seleccionador porque ya vino siendo de primer año alevín. Lo normal es que los campeonatos se jueguen solo en el segundo año. Vino a Navarra y luego a Aranda de Duero. Le sobraba la calidad técnica, le faltaba un poco de velocidad al inicio pero en cuanto creció la cogió. Ahora cuando le veo le digo, 'Monchu, ahora corres más que antes' y él me dice que si no corre no juega. Le quiero un montón. Creí en él desde el inicio y a su padre le decía que era el nuevo Iniesta español. Es un 8 con mucha calidad y tiro»,significa Barea.

Su primer gran salto le llegó fichando por nada menos que el FC Barcelona y con apenas 12 años. «Allí es donde se ha hecho jugador. Le quiero mucho y cada vez que viene a Mallorca me llama. Es muy cariñoso, de una familia muy humilde. No sé cómo el Barcelona lo ha dado, pero estos futbolistas tienen que jugar en Primera, son clubes que cuentan con jóvenes todos muy buenos. Ahora el Granada lo ha cedido al Valladolid porque quizá no tenía los minutos que quería y creo que se han equivocado porque ojalá que el Valladolid suba a Primera y que se quedé ahí...», significa el técnico.

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Quiere la camiseta del Pucela

Cuando no tiene partidos, Barea trata de no perderse los de uno de sus pupilos. «Vaya gol que le metió al Alcorcón», ensalza su mentor sobre el tanto que le hizo este domingo al Alcorcón. «Está jugando en Segunda División en un equipo que aspira a subir y es un motivo de alegría para mí. Lo que tengo claro es que Monchu será un jugador de primera línea, eso lo aseguro. El Valladolid le ha dado esta oportunidad y a mí me dijo por teléfono que la va a reventar. Ya le dije que un día iba a ir a verle. Me trajo una camiseta de cuando estaba en el Barcelona y ahora espero la del Valladolid, que además la quiero un montón», desea el técnico.

El de Alcorcón del domingo no ha sido el único gran gol, ni mucho menos, que Toni Barea le ha visto marcar a uno de sus jugadores preferidos: «Recuerdo uno con la selección de 20 metros por la escuadra. Fue en una concentración de mallorquines para las faltas... Si le dejan tirar faltas en el Valladolid ya verán. Tiene mucha visión en la colocación del tiro», destaca.

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Monchu puede actuar en varias posiciones pero para su descubridor su puesto es el de «mediapunta, circula muy bien el balón, quizá en la banda sufra un poco más. Es un poco como Marco Asensio, al que también he tenido en la selección balear. Por mis manos han pasado unos 190 jugadores que juegan en Primera, Segunda o la Primera RFEF actual. Son 32 años de seleccionador: Miguel Ángel Moyá, Ramis, Marco Asensio, Lucas Romero... Y seguiré entrenando todo el tiempo que pueda porque la pasión por el fútbol sigue conmigo, mientras tenga esta vitalidad no lo voy a dejar. Ahora mismo estoy preparando la convocatoria sub-12».

Monchu posa con Toni Barea cuando militaba en el FC Barcelona en categorías inferiores.

Barea hizo la mili en Valladolid y jugó en el Promesas

Detrás de cada hombre de fútbol hay una historia personal que al descubridor de Monchu le llevó durante 15 meses a Valladolid para hacer la mili y, también, para jugar una temporada en el Promesas en Preferente. «Fue en el año 74 en Preferente. El teniente Del Olmo fue el que me llevó a entrenar. Estaban en el Valladolid jugadores como Pepe Moré y Toño, hijo de un zapatero de Zorrilla, y 'Saso' era el técnico del primer equipo», recuerda Barea, que añade que «tengo un gran recuerdo de Valladolid porque yo tenía alquilada una casa en la calle Urano. Fui a Valladolid porque hacía falta un cabo primero y estuve muy bien allí, una ciudad que tengo en el corazón. Tengo un gran aprecio a Gregorio Manzano –extécnico del Real Valladolid– con el que hablo de vez en cuando».

«Cuando supe que Monchu firmó por el Valladolid le dije que iba a una ciudad preciosa con gente muy sana. Estuve tres meses en León en el campamento y luego 15 destinado en Valladolid. Me dio mucha alegría que lo cedieran al Valladolid. Estaba en el cuartel enfrente del bar de Cardeñosa y había un teniente que era del Valladolid Promesas, me llevó a entrenar y jugué con ellos»

En su dilatada carrera como técnico también formó parte de las categorías inferiores de España como cuarto técnico y «coincidí con De Gea, por ejemplo, Bojan el del Barça, Camacho el del Málaga... un equipazo con Iñaki Sáez como seleccionador y Lopetegui como entrenador de porteros. De todos aprendí mucho».

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En este sentido, Barea deja sello allá por donde va porque «lo único que les pido es que si les llamo alguna vez que me cojan el teléfono. Y una vez cuando hice una selección para jugar contra el Mallorca de todos los que estaban por fuera y a los que llamé vinieron todos. Entre ellos Monchu. Marcó un golazo desde 30 metros que dio en el palo y me preguntaron en el Mallorca que qué hacía fuera y yo les dije que no lo habían querido». Ahora quizá se arrepientan. Al menos en Valladolid ya se está haciendo hueco.

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