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El fútbol del Real Valladolid se ha degradado en las últimas jornadas hasta unos límites insoportables, pero el equipo que (aún) entrena Sergio González vuelve a disponer de una cuerda a la que agarrarse antes de seguir precipitándose al vacío. El Eibar, otro conjunto en ... horas bajas, aparece como la gran esperanza del Pucela para revertir una crisis que hace tambalear todo el proyecto deportivo. El césped de Ipurua se convertirá esta tarde (18:30 horas) en un escenario cargado de presión para los dos equipos. La siente fuertemente el Real Valladolid, por mucho que Sergio quiera que sus jugadores se abstraigan de la mala situación y recuperen la confianza perdida en las últimas semanas, y también el Eibar, que suma tres derrotas y un empate en sus últimos cuatro encuentros y que viene de caer ante Osasuna. La tensión está servida y el encuentro de hoy puede permitir a uno de los dos contendientes tomar una bocanada de oxígeno y agravar la crisis del otro.
Los dos técnicos han intentado rebajar la carga ambiental durante la semana. Sergio González se alegró incluso de que el foco de la última debacle ante el Alavés se centrase en él y no tanto en los futbolistas, muy apagados sobre el césped. Previamente, el técnico había trasladado la presión a la plantilla tras la derrota en Mendizorroza, donde anunció que consultaría a los jugadores si estaban con él. El técnico se arrepintió de estas declaraciones en la rueda de prensa del pasado jueves, en la que anunció que no dimitirá tras notar el respaldo del vestuario y en la que quiso limitar las preguntas de los periodistas sobre la deriva que lleva el equipo para reforzar las ideas positivas que intenta trasladar a la plantilla. Refrendado públicamente con firmeza la pasada semana por todos los estamentos del club blanquivioleta, los diferentes responsables de la entidad han evitado hacer lo mismo después de la derrota en Vitoria. Sergio sigue, pero su crédito puede agotarse definitivamente si continúa la involución del equipo.
Eibar: Dmitrovic; Pozo, Oliveira, Pedro Bigas, Arbilla; Inui, Diop, Edu Expósito, Bryan Gil; Muto y Kike García. Los otros convocados son: Yoel (portero suplente), Burgos, Sergio, Quique, Sergi Enrich, Soares, Cote, Recio, Aleix García y Pedro León.
Real Valladolid: Masip; Janko, Luis Pérez, Bruno, Olaza; Roque Mesa, Míchel; Orellana, Kike Pérez, Toni Villa; Weissman. Los otros convocados son: Roberto (p.s.), Miguel Rubio, Nacho, Zalazar, Jota, Oriol Rey, Waldo, Kodro y Sergi Guardiola.
Árbitro: Díaz de Meras Escuderos (comité castellano manchego).
Estadio y hora: Ipurua, 18:30
Televisión: Movistar LaLiga.
José Luis Mendilibar, técnico del Eibar, recalcó en la rueda de prensa prepartido que el choque ante el Real Valladolid «no es una final». «Para ser una final tiene que quedar un solo partido y tiene que ser a vida o muerte. Aún quedan muchas jornadas», apuntó, en declaraciones recogidas por la web del club guipuzcoano. Sus palabras trasladan una realidad: por muy trascendentes que sean estos choques, a estas alturas del campeonato y con las puntuaciones que poseen Eibar y Real Valladolid aún queda margen para la reacción. Sin embargo, hay otros aspectos en juego, como los enfrentamientos directos, que pueden dirimir los descensos al final de la competición. Quién sabe qué derrota lamentarán los equipos que caigan al pozo. Además, en el Real Valladolid se quiere cortar cuanto antes la dinámicas negativa, no solo para rebajar toda la presión dentro y fuera de Zorrilla, sino para que los propios futbolistas recuperen su mejor versión sobre el césped y evitar bochornos como los que ha ofrecido consecutivamente el equipo blanquivioleta ante Huesca y Alavés.
Ipurua no es mal lugar para puntuar. El Eibar únicamente ha ganado uno de los once partidos que ha disputado esta campaña en su estadio. Con solo siete puntos logrados en casa, el conjunto de Mendilibar es el que peor registro global presenta a estas alturas como local de toda la Liga. El Real Valladolid reparte los 20 puntos de su casillero entre los 10 logrados en Zorrilla y los 10 obtenidos fuera. El Eibar ganó su último partido en la jornada decimoséptima, cuando doblegó al Granada en Ipurua (2-0). De esa misma jornada data el último triunfo del Real Valladolid, logrado en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe con un gol de Shon Weissman (0-1). Desde entonces, los dos equipos que hoy se enfrentan viven atascados.
José Luis Mendilibar analizó el estilo de juego del Real Valladolid, un equipo «con un ritmo bajo que no se pone demasiado nervioso en ningún momento, vaya ganando o perdiendo». «Eso les ha dado buenos resultados, aunque ahora les está costando. También a nosotros nos cuesta ganar, incluso empatar. Somos dos equipos que no estamos como podíamos estar hace dos meses. Sabemos que el que pierda se quedará en puestos de descenso, pero también es importante competir bien. Esto es muy largo. No nos han entrado los nervios ni nos tienen que entrar ahora. Hemos competido bien, pero los errores nos han marcado», insistió Mendilibar, un técnico recordado siempre en Valladolid por el extraordinario ascenso a Primera División que logró en la temporada 2006-2007.
Sergio González, que subraya que «el equipo que menos miedo tenga a fallar dará un paso adelante» en este duelo, tendrá que hacer de nuevo encaje de bolillos en una defensa golpeada una y otra vez por las bajas. Las sanciones de Joaquín Fernández, Fede San Emeterio y Lucas Alcaraz, unidas a las lesiones de Javi Sánchez y Jawad El Yamiq, solo le dejan dos posibilidades para acompañar a Bruno González en el eje de la zaga. El técnico tendrá que optar por alinear al lateral derecho Luis Pérez como central o recurrir a Miguel Rubio, futbolista del Promesas. Sergio se verá obligado a retocar también el centro del campo, donde las mencionadas bajas de Alcaraz y San Emeterio le privan de sus pivotes más defensivos.
Si Luis Pérez es el elegido para jugar como central, Sergio dispone de la baza de Saidy Janko, ya recuperado de una dolencia muscular para cubrir el lateral. El suizo, no obstante, lleva sin jugar desde el 11 de diciembre, cuando se lesionó ante Osasuna. La opción de Hervías se desvaneció ayer cuando el club comunicó la rotura de menisco que sufrió hace una semana en Vitoria y su posterior paso por el quirófano. La banda derecha del Real Valladolid tendrá el reto de frenar a Bryan Gil, el peligroso extremo zurdo del Eibar y uno de los jugadores revelaciones de LaLiga. «No habrá un plan especial para él. Sabemos que está a un gran nivel y que es un surtidor importante con sus centros laterales y los 'uno para uno'. Desequilibra mucho, pero su pareja [defensiva] va a estar a ese nivel. Se va a perfilar bien, va a estar encima de él y lo va a hacer bien. Tenemos que pensar que solventaremos esa y otras situaciones que el Eibar plantee con sus centros laterales. La pareja de Bryan Gil se lo va a poner muy difícil», confió Sergio González.
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