Masip vuelve a llevarse la mejor nota del Real Valladolid en el partido del descenso

El único que cumplió claramente con su cometido. Salvó con una gran parada un remate a bocajarro de Mata en el minuto 42 y mantuvo abierta la posibilidad de que los futbolistas de campo encontraran la manera de marcar al Getafe, algo que no sucedió.

Fue la gran sorpresa del once, ya que se suponía que había dicho adiós a la temporada, como informó el club. No se entiende que, en un partido decisivo y milagrosamente salido de una lesión, fuese titular. Aun así, intentó mantener el orden atrás y proyectarse hasta que fue sustituido.

Mantuvo el orden atrás en una zaga carcomida de nuevo por las lesiones. Despejó muchos balones y acabó como delantero centro, ya a la desesperada en los minutos finales, en busca de un milagro aéreo que no se produjo. Al final de la primera parte, se enredó en una refriega.

Parece que últimamente no hay partido del Real Valladolid sin que un defensa central tenga que abandonar precipitadamente el partido por una lesión. En una zaga cogida con pinzas, pidió el cambio al cuarto de hora y dio paso a David Torres, el comodín para este tipo de situaciones.

Pezzolano apostó por su compatriota para mantener el orden en la banda izquierda y proyectarse arriba, pero el lateral uruguayo no acabó de brillar durante todo el partido. Debió desdoblarse más en ataque para ayudar a Machís, muy vigilado por Juan Iglesias y Damián Suárez.

Se le vio sobrepasado por la importancia del partido durante muchos minutos y muy precipitado con el balón en los pies, lo que causó fallos en la circulación de la pelota. En la segunda parte, fue sustituido para dar entrada a Sergio León en busca de más mordiente arriba.

Se encargó de empezar las jugadas desde la medular, pero no acabó de coger el pulso el partido y falló pases fáciles. No llegó a balones en los que resultaba necesaria su presencia y no logró hacer carburar al equipo en ningún momento.

Intentó moverse por zonas más cercanas al área de David Soria y ejecutó algún lanzamiento peligroso, como el que intento en el minuto 41 y que salió ligeramente por encima del larguero. En la segunda parte, buscó el gol en un libre directo, pero tampoco tuvo puntería.

El equipo cargó más por la izquierda y desaprovechó la posibilidad de que el ecuatoriano entrase más en juego. Apareció con algunos fogonazos que parecieron muy prometedores pero que se quedaron en agua de borrrajas. Su partido fue el epítome de una temporada muy discreta para él.

Que no se diga que no lo intentó una y otra vez, pero el doble marcaje de Juan Iglesias y Damián Suárez le frenó la mayoría de las veces. Es obvio que no está físicamente a su mejor nivel, pero al menos trató de colocar centros al área de David Soria que no encontraron rematadores fiables.

En él estaban depositadas las grandes esperanzas del gol, pero no encontró la manera de librarse de los pegajosos marcajes de Mitrovic y Alderete y todos sus intentos atacantes acabaron desviados o abortados por el sistema defensivo del Getafe .

El entrenador:

No logró que el Real Valladolid mostrase la versión ganadora que necesitaba para certificar la permanencia ante un público entregado. Si su misión era evitar el descenso, ha fallado claramente aunque no sea el único responsable

También jugaron:

Saltó apresuradamente por la lesión de Javi Sánchez y cumplió con creces.

Salió con ganas de romper por su banda, pero se quedó en buenas intenciones.

Demasiada precipitación y poco acierto.

Dejó detallitos, pero no logró marcar las diferencias.

La banda izquierda ganó con él y tuvo más protagonismo que Olaza.