El dombenitense Gil Manzano se encontró un partido disputado donde tuvo que mostrar todas las cualidades de árbitro UEFA elite, categoría a la cual pertenece. Mantuvo el control absoluto del choque de principio a fin donde los participantes tuvieron claro donde estaban los límites disciplinarios. ... En este aspecto fue condescendiente con las protestas y utilizó el diálogo de manera eficaz cuando el momento lo requería, como cuando advirtió a Sergio que no iba a tolerar las quejas desde la grada por parte de los suplentes.
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El extremeño acertó de manera contundente en las áreas, donde señaló un penalti por clara mano de San Emeterio. El cántabro saltó para tapar un centro con la extremidad por encima de la cadera en posición antinatural, con ello abortó la situación de peligro. Igualmente acertó al dejar continuar tras golpear el balón en el brazo derecho de Jordán que lo tenía pegado al cuerpo. El VAR a los mandos de Mateu Lahoz revisó la acción y con buen criterio no avisó al principal por ser un acierto evidente.
Técnicamente estuvo perfecto y solo necesito sancionar 24 faltas, con un concepto de la ventaja para árbitros avanzados. Supo delimitar la zona de defensa y la de ataque dando en todo momento fluidez al juego y siempre beneficiando al equipo atacante.
El asistente interpretó correctamente la influencia de André en el gol. El brasileño en posición de fuera de juego dio un paso hacia atrás para no interferir en el portero tras el tiro de Carnero. En definitiva, buen arbitraje de Gil Manzano, que permitió ritmo y un juego fluido.
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