Insípido, como el fútbol en pandemia

Aquella pesadilla terminó en junio de 2020 para los aficionados blanquivioletas que, en la vuelta del fútbol a Zorrilla, vieron desde el monitor un Real Valladolid-Celta (sin VAR, eso sí) con los medios de comunicación accediendo de puntillas al estadio para informar con la respiración entrecortada. Un confinamiento en el que todos nos vimos obligados a reinventarnos en lo personal y también en lo profesional para improvisar respuestas a las dudas que nos iba planteando el virus. Un estado de alarma que nos dejó lecciones que no hemos aprendido y que, por cierto, uno recuerda con especial cariño por el tremendo esfuerzo y compromiso con el lector que desplegó la sección de Deportes de El Norte, con Eloy de la Pisa a la cabeza, y Víctor Borda y un servidor desde las trincheras. Fuimos también esenciales y lo demostramos esquivando el caos para servir de puente entre los deportistas de la ciudad y los aficionados que, al igual que hoy, sufrieron un apagón futbolístico no deseado. Cinco años después, seguimos sacando pecho por aquel despliegue informativo y ondeamos orgullosos la misma bandera que tan alto lució durante la emergencia sanitaria.

Ya sin mascarilla, aquel fútbol insípido volvió este sábado a mi memoria como si en tiempo de entreguerras viviéramos de nuevo. Como si la 'borrasca Ronaldo' no hubiera asolado aún Zorrilla, y esperarámos como agua de mayo aquel gol de Joaquín que nos diera la permanencia.

No en vano, sin VAR, el Pucela hubiera arrancado un punto ante el Celta...