La lotería del cambio de entrenador en el Real Valladolid

El Real Valladolid ha destituido a doce entrenadores en plena temporada durante este siglo, el último de ellos a Paulo Pezzolano en la madrugada del pasado domingo. Los once casos anteriores dejan resultados discretos porque, en la mayoría de las ocasiones, los técnicos que llegaron al banquillo de Zorrilla no lograron frenar la deriva del equipo, ya fuera para evitar el descenso a Segunda o para certificar el ascenso a la élite.

Pezzolano, por ejemplo, aterrizó en el Real Valladolid en las últimas once jornadas de la campaña 2022-2023 para suplir al despedido José Rojo 'Pacheta' y aunque su inicio resultó esperanzador (un empate y dos victorias en sus primeros tres partidos) el uruguayo acabó cayendo con el equipo blanquivioleta a Segunda, aunque se mantuvo al frente del banquillo el curso siguiente para rubricar el ascenso directo a la élite.

Sí logró un gran éxito Sergio González, que sustituyó a Luis César Sampedro en los últimos ocho partidos de la temporada 2017-2018 en Segunda para colar al Pucela en el 'play-off' como un obús y firmar una vuelta a Primera que semanas antes se antojaba casi imposible. El caso de Sergio es un claro ejemplo de cómo un golpe de timón en el banquillo puede resultar efectivo para desbloquear a un equipo como el Real Valladolid, aunque entonces fuera en la categoría de plata.

No sucedió lo mismo en la campaña 2015-2016, también en Segunda, con un vestuario fracturado y dos despidos de entrenadores durante el curso. El primero en caer fue Gaizka Garitano, despedido en la novena jornada tras sumar nueve puntos en un Real Valladolid que buscaba el ascenso como meta inicial. La llegada de Miguel Ángel Portugal tampoco fructificó como se esperaba y el entrenador burgalés aguantó 26 partidos antes de que el club blanquivioleta también decidiera echarlo para contratar de urgencia al exportero Alberto López Fernández, con la única misión ya de evitar un demoledor descenso a Segunda B en un vestuario fracturado, algo que acabó logrando a duras penas (el Pucela acabó decimosexto, sólo cuatro puntos por encima de la línea roja). Con Alberto López, el Real Valladolid ganó un partido, empató tres y perdió otros tres.

Tampoco se cumplieron las expectativas de ascenso en la campaña 2010-2011, en un proyecto que inició Antonio Gómez con tres triunfos en las tres primeras jornadas, pero que pronto empezó a descarrilar hasta el despido del técnico madrileño en la decimocuarta jornada tras perder en Zorrilla contra el FC Cartagena (0-1). Abel Resino fue el encargado de sustituirle (con Javi Torres Gómez como técnico interino en la jornada decimoquinta en el empate a cero a domicilio frente al FC Barcelona B). Abel Resino logró meter al Real Valladolid en el 'play-off' de ascenso, pero el equipo blanquivioleta cayó eliminado en la primera eliminatoria frente al Elche y ahí se esfumó el sueño del ascenso.

En la década anterior, los cambios de entrenadores en Zorrilla no dieron los resultados previstos, salvo en un caso. El despido de José Luis Mendilibar tras los primeros 20 partidos de la temporada 2009-2010 en Primera División dio paso a la llegada de Onésimo Sánchez al banquillo. El Real Valladolid buscaba mantener el tipo en la élite en un vestuario intoxicado por los egos y actitudes de algunos de los futbolistas que integraban la plantilla. Mendilibar no había podido controlarlo y tampoco lo logró Onésimo, que sólo aguantó diez partidos (una victoria, tres empates, seis derrotas) antes de una nueva destitución que llevó a Zorrilla a Javier Clemente en las últimas ocho jornadas de aquella temporada en la élite. Clemente rozó el milagro con tres triunfos, tres empates y dos derrotas, la última de ellas ante el FC Barcelona en el Camp Nou en la última jornada, un partido en el que los azulgrana se jugaban el título de Liga que acabaron logrando. El Real Valladolid acabó descendiendo a Segunda en medio del jolgorio culé.

En la campaña 2005-2006 en Segunda, Marcos Alonso fue despedido después de 25 jornadas, con el Pucela noveno y a nueve puntos de los puestos de ascenso. Alfredo Merino se hizo cargo del banquillo en los últimos 17 encuentros, pero tampoco logró dar con la tecla adecuada y el Real Valladolid finalizó décimo, a 19 puntos del tercer clasificado (tres equipos subían directamente).

Marcos Alonso había sido precisamente el recambio de Sergio Kresic en la temporada anterior (2004-2005). El proyecto del técnico croata hizo agua y fue despedido en la jornada trigésima, después de tres derrotas seguidas y a diez puntos de la zona de ascenso. Marcos Alonso cosechó seis triunfos, un empate y cinco derrotas en las últimas doce jornadas y el Pucela finalizó sexto sin opciones de ascenso.

Tampoco resultó exitoso el cambio de Antonio Santos por Fernando Vázquez el curso anterior en Primera. Vázquez fue destituido en la jornada trigésima cuarta, con el Pucela rozando los puestos de descenso. Santos no logró frenar la caída a Segunda en los últimos cuatro partidos, a pesar de la victoria en la última jornada ante el Villarreal en Zorrilla.

Sí cuajó la llegada de Pepe Moré como sustituto de Pancho Ferraro en la temporada 2000-2001 en Primera. El Real Valladolid zozobraba con el técnico argentino, que fue despedido en la jornada vigésima octava. Moré dirigió los últimos diez encuentros, con una trascendental victoria en Riazor ante el Deportivo (1-2) y un empate ante el Barcelona (2-2) en Zorrilla en las jornadas antepenúltima y penúltima que dejaron al equipo en Primera. El cambio de técnico en Zorrilla es una lotería que toca pocas veces. Habrá que ver qué sucede esta vez.

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