![Leo, un chino en los veteranos del Real Valladolid](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2024/10/19/leo3-kvtG-U2201550820310PpG-1200x840@El%20Norte.jpg)
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Santiago Hidalgo
Sábado, 19 de octubre 2024, 18:58
Leo es un crack. Un tipo amable que saluda hasta a los percheros y que ha caído de pie entre los veteranos del Real Valladolid. El portero Lucas hizo y hace de su cicerone, pero su mejor carta de presentación es su sonrisa, educación y bonhomía. Con eso le hubiera valido, pero es que además juega muy bien al fútbol. Fue profesional en su país, China, y lo demuestra en las pachangas de los jueves y en algún partidillo que ha disputado con la camiseta del Real Valladolid. El ritmo de vida china se ha acelerado demasiado y él ha encontrado aquí más reposo, tranquilidad y amistad.
Todavía aprendiendo poco a poco español, «hola, soy Leo», dice cada triquli campana, y con el traductor del teléfono como amigo inseparable, (o, si no, un poco de inglés), Leo es en realidad Junpeng Liu, aunque todos le llaman así porque se parece a su nombre chino, además de ser alias de futbolista ilustre. Nació en mayo de 1983 en Dalian, una moderna ciudad costera del noreste que se la conoce como 'la ciudad del fútbol de China' y en donde este deporte y el turismo son piezas clave. «Empecé a jugar al fútbol en el colegio cuando tenía 6 años. En mi ciudad natal hay un fuerte ambiente futbolístico. Muchos niños lo juegan».
Según apunta Leo, el Dalian Wanda Club de fútbol se creó en 1983 y es uno de los equipos fundadores de la Superliga china. Ha ganado el máximo campeonato ocho veces y ha representado a China en competiciones asiáticas. Se considera uno de los clubes más exitosos del balompié chino. «Esto influyó en mi interés por el fútbol durante mi infancia. Desafortunadamente, debido a problemas financieros, el equipo cambió de inversores y de nombre muchas veces y finalmente se disolvió en enero de este año», relata.
En 2002, Leo se convierte en futbolista profesional en una trayectoria que se extiende hasta 2022. De 2002 a 2012 juega en el Beijing Hongdeng (ubicado en la capital, Pekín), en la liga de segunda división, siendo Leo el capitán del equipo. Después, de 2012 a 2017, se une al Yongchang Football Club donde consigue jugar en Superliga. Luego firma con el Taizhou Yuanda Football Club hasta 2021, también de capitán del equipo. En solo tres años, el equipo asciende de la cuarta a la segunda división, lo que fue una gran noticia en ese momento. Por último, militó un año en el Zibo Cuju Football Club, en segunda, hasta que se retiró por una lesión. Luego obtuvo el certificado de entrenador de la Confederación Asiática de Fútbol y se convirtió en entrenador profesional.
La única referencia de jugador chino con presencia en la liga española es la de Wu Lei, que jugó en el Espanyol. Si a Leo le contamos la historia en blanquivioleta de otro oriental, japonés, que no chino, Shoji Jo, lo tiene que ir a consultar en el cómic de Pucelín.
«Mi esposa y yo somos personas a las que les encanta viajar y experimentar diferentes culturas», dice Leo. Ella terminó sus estudios universitarios y vivió en Nueva Zelanda 6 años, luego 2 en Bangkok y allí completó un MBA. Cuando Leo concluyó su periplo en el fútbol, hablaron «discutimos», dice (algo raro en él) y decidieron mudarse al extranjero para conocer diferentes culturas. Cuando jugaba en el Taizhou Yuanda conoció a Andrés Pedrejón, un entrenador vallisoletano que anduvo 'haciendo las indias' en China y al que le une una buena amistad. Fue quien le habló de Valladolid. «Me dijo que es una ciudad con mucha historia, comida deliciosa y muy segura. Entonces decidimos instalarnos aquí. Esto es muy tranquilo. A la gente de cualquier edad, jóvenes y mayores, les encanta sentarse en la terraza en la calle y tomar una taza de café o una cerveza en una tarde soleada. Me gusta este ritmo de vida lento. Me hace sentir muy diferente. Y la gente aquí es muy educada y amigable. Cuando saben que mi español no es bueno, bajan el ritmo y charlan conmigo pacientemente. Lo único que no me gusta mucho es que el invierno aquí es demasiado largo y un poco frío», dice sonriendo.
Lo único que extraña Leo de allí es a su familia y a sus padres, pero intenta visitarlos a menudo durante el verano. Su mayor dificultad es el español. «Si quiero tener una comprensión más profunda de la cultura española y vivir aquí, necesito aprender el idioma», dice.
En un futuro se plantea estudiar y obtener la licencia de entrenador española o UEFA. Lo mismo que empezar a dirigir en algún club a equipos juveniles. No se le pasa que quiere continuar viajando y probando la «deliciosa comida de España». Mientras, los jueves sigue citándose en INGOAL para disfrutar del fútbol y de los partidillos. «Es un honor para mí poder unirme el grupo de veteranos del Real Valladolid. Como exleyendas del fútbol, todavía se reúnen para jugar juntos después de tantos años de retiro y aún mantienen su energía y encanto (sic) en el campo. Los veteranos tienen una profunda amistad, se ayudan y se cuidan unos a otros. Y, además, luego nos vamos a cenar. Todo completo. ¡Este es definitivamente un grupo genial y especial!». Y Leo es un buen embajador.
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Martin Ruiz Egaña y Javier Bienzobas (gráficos)
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