Ronaldo Luiz Nazário de Lima, a la sazón máximo accionista del Real Valladolid y en unos días presidente del consejo de administración de la sociedad anónima deportiva, dejó numerosas claves de lo que es su proyecto para la entidad blanquivioleta en la entrevista publicada ayer sábado en estas páginas ... . Las dejó entrelíneas, es cierto, y algunas de manera incluso sobreentendida, pero las dejó. Y ahí están para el que quiera descubrirlas. Hay unas cuantas, y de todas ellas hay una que llama poderosamente la atención: cómo y cuál será el futuro financiero.

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Ronaldo dejó bien claro que el dinero que se arriesga es el suyo, que las ideas que se va a acometer son suyas y de su equipo y que está dispuesto a dejarse muchos pelos en la gatera por hacer crecer al club, pero utilizó su mítica capacidad para el regate y la finta para eludir de manera directa la cuestión de la capitalización del club. Es obvio, y no lo esconde en momento alguno, que el Real Valladolid necesita disponer de más presupuesto. Para lograrlo existen varias fórmulas, pero la más lógica y rápida es la de ampliación de capital. Él, como propietario, está atado por la discreción y no puede siquiera insinuarlo. No perdamos de vista que una ampliación de capital implica que los accionistas pierden cuota de participación para así permitir la entrada de dinero vía adquisición de títulos de propiedad de la entidad. En la entrevista Ronaldo asegura rotundo que no hay nadie detrás de su inversión en estos momentos. Y el ser rotundo en el presente y obviar el mañana invita a suponer que hay alguna puerta entreabierta.

A mayor abundamiento, Ronaldo recalca que le ha impresionado lo bien que se hacen las cosas en un club tan ahogado en lo económico y el alto grado de eficiencia que hay en la estructura de lo que ha adquirido.

Junten ambas ideas y resolverán la incógnita de la ecuación.

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